¿Para qué sirven los niños? ¿Para qué sirven los libros? A partir de estas provocativas preguntas se enfrenta Santiago Alba Rico a la cuestión del sentido que puede tener hoy en día este tema de "Leer con niños". Y en este empeño nos regala un viaje delicioso a través de relatos y reflexiones surgidas a partir de su propia experiencia de lectura compartida con sus hijos.
Así, el autor nos va explicando que los niños
sirven para cuidarlos, es decir, para volvernos
cuidadosos con ellos. Y los libros, o mejor dicho los relatos (porque en realidad no se trata de una defensa de los libros como tal, sino del relato compartido) entre otras cosas para darnos
tiempo y espacio: se muestran como un marco que permite asomarnos y redescubrir de una nueva manera la realidad, a la vez que nos salvan de la inmediatez sin límites que nos devora al marcar procesos y secuencias.
A mí me ha resultado una lectura apasionante y creo que muy necesaria en estos tiempos, tanto por su calidad literaria como por la renovada visión que ofrece desde una posición claramente de izquierdas de alguna de las instituciones estigmatizadas en ocasiones por ésta, como es el caso de la familia.
Y es que, efectivamente, en una sociedad como la actual dominada por maniacos desmesurados como Jerjes o "solteros" abandonados a su puro placer como Barbazul, el vínculo que se establece entre las "madres de ambos sexos" y sus hijos termina siendo algo tremendamente revolucionario y anuncio de esos otros mundos posibles continuamente en construcción y lucha.
Por eso es tan importante leer con niños, juntos, en voz alta, tomando tiempo para el cuidado, para el descubrimiento, para el reconocimiento de otros que no son de nuestra familia y cuyo dolor nos afecta, para la comprensión profunda de una realidad que se nos vende frecuentemente como ficción. Para hacernos responsables de ella, enfrentando injusticias y sufrimientos, en definitiva.
Acá va otro texto relacionado con el tema del mismo autor:
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