miércoles, 28 de enero de 2015

Palabra viva

Ya comenté hace unos días sobre el monólogo que Hovik anda encarnando estos días en el teatro. Pero no me puedo resistir a compartir algunas piezas del disco-libro que ha publicado, "Resiliente". Acá van dos entregas, puro puñetazo de poesía y vida:



domingo, 25 de enero de 2015

Resistir es construir lo otro

Hoy que andamos tod@s mirando a Grecia a ver qué pasa, si finalmente es posible escribir una página de la historia europea a mano alzada, expectantes también por saber qué es lo que eso significa, un nuevo vistazo al camino recorrido emprendido hace 20 años por los zapatistas vuelve a ser muy ilustrador, como recoge en su artículo Angel Luis Lara en Diagonal del que recojo los párrafos finales:

"El sociólogo Aníbal Quijano asocia el ‘bien vivir’ a un complejo de prácticas sociales empeñadas en la producción y reproducción de una vida colectiva realmente democrática, a partir de un nuevo modo de existencia social radicalmente alternativo a la hegemonía mundial del patrón de poder ligado al desarrollo del capitalismo y del proyecto colonial europeo desde finales del siglo XV. En esta óptica histórica de largo alcance, lo impactante de los logros del proyecto zapatista se mide en el contraste entre sus escasos 21 años de existencia y los largos 523 años que llevan en resistencia los pueblos indígenas de América Latina. Allí donde antes había abandono, explotación, malnutrición y muerte por enfermedades curables, el autogobierno zapatista ha fundado escuelas, hospitales, leyes, administraciones locales, sistemas productivos, economías, sexualidades, instituciones de nuevo tipo... Y, sobre todo, ha fundado modos de vida autónomos, igualdad desde las diferencias y relaciones sociales ajenas a la forma mercancía.

“El zapatismo es una revoltura de todo hacia cosas nuevas y lo nuevo no es fácil, pues, porque no se conoce cómo es. Ahí es donde hay que inventar, entre todos y con la participación de todos”, me decía hace unos años Abel, un campesino tojolabal base de apoyo zapatista. El subcomandante Moisés ha apuntado este mes de enero que “no hay un manual. No hay un dogma. No hay un credo”. Para añadir que “no hay un solo camino, no hay un paso único. (…) Son diversos los tiempos y los lugares y muchos los colores que brillan abajo y a la izquierda en la tierra que duele. Pero el destino es el mismo: la libertad”. O como una vez me dijo Abel, “hace tiempo que los zapatistas y las zapatistas aprendimos que resistir no es sólo aguantar, sino que sobre todo es construir lo otro”."

jueves, 22 de enero de 2015

Noticia de una silla

Del genial libro "Noticias", de Alba Rico. Porque lo que no ha ocurrido es mucho más instructivo que los hechos reales para poder entender la realidad...

Noticia 41
13 de mayo de 2009. The Star Sucesos

Mantiene retenida una silla desde hace más de tres años «No me levantaré nunca más», ha declarado el perturbado.


Un perturbado de Preston (Inglaterra) lleva tres años sentado en la misma silla y se niega a levantarse. William Forrester, cartógrafo de cincuenta y siete años, se aferra a una vieja silla de la temporada 2006, pasada de moda y despintada, donde trabaja, come, duerme y hace sus necesidades, atendido por el único de sus hijos que no lo ha abandonado. Ni los señuelos ni las presiones han servido para disuadirle de su actitud. Ha re­nunciado al remo, que tanto le gustaba, y a los veraneos en Bath, donde tiene una casita, para poder proteger su silla vieja.

Ni siquiera se ha dejado tentar por el nacimiento de su nieto ni por una invitación a Palacio. E incluso se negó a atender una petición de auxilio de su mujer, que se había caído en el baño, con tal de no levantarse de su silla. «No pienso levantarme», ha declarado. «Mi mujer puede marcharse, si quiere, pero mi silla no.» Y ha añadido: «Defenderé mi silla hasta la muerte». Nadie comprende la actitud de Forrester. «Todo fluye, todo cambia, todo se renueva, es la ley de la naturaleza», se in­dignan sus vecinos. Desde tiempos del filósofo Heráclito sa­bemos que es imposible bañarse dos veces en el mismo río; desde hace algunos años, tras el llamado «ajuste geológico global», sabemos también que es imposible sentarse dos veces en la misma silla. Cada vez que nos levantamos y volvemos a nuestra habitación, nuestra silla ha cambiado de color; es dis­tinta, más bonita, más cómoda, más nueva. Vamos al cuarto de baño o a la cocina, o nos incorporamos para buscar un libro o un papel, y al regresar nos han cambiado la silla por otra mejor. Apenas alzamos el trasero un instante del asiento y la siguiente silla ya ha sutituido a la anterior, en un proceso tan rápido e imperceptible que basta reacomodarse un segundo sobre las piernas para que se produzca la sucesión sin ningún peligro para el usuario. Al principio —recordarán nuestros lectores— a todos nos gustaba poner a prueba el cum­plimiento de la ley y estrenar una silla nueva cada pocos segundos. Durante los primeros meses, muchos europeos se pasaban el día levantándose y sentándose, cada vez más depri­sa, para ver aparecer, una detrás de otra, sillas de nueva gene­ración bajo sus posaderas. Un estudiante de Salamanca, Jacin­to Estrada, llegó a gastar en una sola jornada —el 9 de enero de 2005— 84.223 sillas de todas las formas, materiales y colo­res. Luego la fiebre pasó y hoy se calcula que cada europeo gas­ta de media unas 25 sillas y sillones al día, sólo un poco por de­bajo de EE.UU. (28) y Japón (27). Un estudio de la revista Forbes estima que un ciudadano occidental de treinta y cinco años aún se sentará en unas 410.000 sillas distintas, cada vez más confortables y elegantes, antes de morir.

Pero William Forrester, a pesar del deterioro de su salud y su aislamiento creciente, se resiste insensatamente a este pro­greso. Sus amigos y vecinos le han suplicado sin resultado que se levante, escandalizados por este atentado al buen gusto y al sentido común. Por su parte, la ODS ha convocado una mani­festación bajo su ventana para protestar por lo que considera un acto de crueldad y exigirle que deje marchar la vieja silla y llegar la nueva. Como el «ajuste geológico global» es un fenó­meno reciente no hay todavía ninguna ley que prohiba a los ciudadanos no levantarse de las sillas. «Nunca lo creímos ne­cesario», ha manifestado Robert Brian, dirigente de la ODS, «pero la irresponsable e inexplicable actitud de Forrester nos obliga a proponer al Parlamento una modificación del Código Penal.» La propuesta, de momento, no cuenta con el apoyo de todos los grupos políticos. Cordón Brown, líder laborista, prefiere no recurrir a medidas represivas: «La vitalidad del mercado es irresistible; tarde o temprano, Forrester tendrá que levantarse».

Preguntado por este periódico, Forrester asegura que eso no ocurrirá jamás y trata de justificar su obstinación. «No es sólo que me guste mi silla vieja; a veces también tengo miedo.»

Y enseguida ha añadido: «Tengo miedo, sí. ¿Nadie se ha preguntado nunca de dónde vienen todas estas sillas y adonde van aparar?».

lunes, 19 de enero de 2015

Nunca sabes...


Nunca sabes cuando empieza una historia. Nunca sabes que está empezando, que la corriente te ha enganchado y te lleva a un sitio desconocido. Ni sabes dónde te llevará.

Cuando una historia te ocurre a ti, te lleva por delante, es difícil poder decir "antes", saber fijar el momento en el que todo cambia, el punto de arranque entrelazado con un final en marcha también.

Nunca sabes que es lo que va a pasar cuando te asomas a historias de otros. En realidad lo que no es fácil saber es si lo que vas a ver es lo que a otro acontece o si los ecos de su historia se amarrarán a tu sombra y te arrastrarán con ella quién sabe donde.

Pero de repente echas la vista atrás y algo ha ocurrido, algo se ha movido en tu interior, en tus entrañas, sin que sea fácil saber cuál ha sido el momento en que esa historia supuestamente ajena te enganchó como un perro de presa dispuesta a no dejarte ir. No es fácil saber los cuándos, ni siquiera los porqués, simplemente ocurre... Y entonces sabes que hay algo nuevo por venir, que ese devenir ajeno te ha puesto en marcha, sin saber hacia dónde ni en qué condiciones se hará el viaje. Pero algo se mueve, algo te mueve...

Tres maestros se han unido para compartir una obra, "su" obra, "mi" obra, quizás la tuya: "Un Obús en el Corazón". Yo no sabía que en ella me iban a invitar también a participar, con todas sus consecuencias.

Gracias por el viaje. Veremos a donde llegamos...

P.D. Mención especial por mi parte para Hovik. Pura verdad escénica, pura humanidad. Ya me había hecho reír, pero ahora... Pura vida, puro genio.

miércoles, 14 de enero de 2015

Saliendo de la crisis por la puerta grande (algunos)

Merece la pena revisar el último documento compartido por la buena gente que realiza el Barómetro Social, y que lleva por título "¿Saliendo de la crisis?: los salarios más bajos y desiguales de la serie histórica". Por eso de entender mejor que es lo que está pasando en realidad, partiendo de datos y no de propaganda.

Acá copio un extracto que me parece muy significativo, explicando como los beneficios financieros son los que están sacando tajada, y buena, en estos tiempos. Tremendo que en el último año los beneficios por acciones hayan sido de 418.000 millones de euros, poco menos de la mitad del PIB español.

"Según la Contabilidad Nacional de España la participación de los beneficios de las empresas en el reparto de la renta ha experimentado un continuo crecimiento relativo entre 2010 y 2013 (+2,4 puntos del PIB), en paralelo con una continua pérdida de peso de los salarios (-3,4 puntos del PIB) (Gráfico 5).

Gráfico 5. Evolución de los beneficios empresariales y los salarios en el reparto de la renta nacional (2010-2013)

Beneficios_salarios
Un indicador parcial de este proceso es la evolución opuesta del valor patrimonial del capital en acciones que en el mismo período (2010-2013) ha aumentado el 3,6%, según el Banco de España, mientras el volumen anual de la masa salarial se ha reducido en un 16,4% (todo en euros constantes). Los avances de la Contabilidad Trimestral de España registran un crecimiento extraordinario del 23% del valor de las acciones entre el segundo trimestre de 2013 y el mismo período de 2014, lo que ha generado en tan corto espacio de tiempo un plusvalor de 418.000 millones de euros. El discurso gubernamental que afirma que “la crisis ha quedado atrás” sólo es coherente con la situación de estos capitalistas, pero suena a broma pesada para quienes viven de un salario y, más aún, para los millones que no encuentran empleo y han sido abandonados por las políticas públicas. El gobierno busca apuntalar la ingenua creencia de que “a todos nos irá mejor si los ricos hacen negocio”, pero su política se basa precisamente en lo contrario: en empobrecer a la población asalariada en pos de recomponer la ganancia de una clase social que vive de espaldas a las expectativas e intereses de la mayoría."

sábado, 10 de enero de 2015

Los porqués de la pobreza

"- ¿Papá, esos niños son pobres?

...

- ¿Y por qué son pobres?"

Esto es lo que Sara, mi hija mayor, nos preguntaba el otro día cuando fuimos al concierto de la Orquesta de Cateura, formada por varios chaval@s paraguayos que viven en la zona del basurero de Asunción y que a falta de otros recursos fabrican sus instrumentos con lo que encuentran en la basura.



Nos lo preguntó antes de empezar el concierto, en medio y al final. Mantuvo la pregunta frente a viento y marea, sin dejarse despistar, y no sería por falta de oportunidades: al comenzar apareció la reina saliente, Sofía, invitada al concierto, con el revuelo consiguiente del público, que se repitió a la salida cuando la gente se agolpaba para verla ir hacia el coche oficial; al final del recital fueron apareciendo artistas invitados que dieron otro color al concierto; el director de la orquesta y artífice del proyecto compartió distintas historias y anécdotas, e hizo un llamamiento al reciclaje como una de las claves para asegurar nuestro futuro...

Pero Sara insistía siempre con la misma pregunta: "¿Por qué son pobres?"

Difícil de explicar a una niña de cuatro años...

El concierto fue emocionante, y l@s chaval@s tocaron muy bien. Se ganaron el aplauso y la admiración del público. Otr@s, como la reina y alguno de los invitados, fueron recibidos con aplausos por el mero hecho de estar allí, sin más, como una especie de obra de caridad post-navideña. El pobre se tiene que ganar el reconocimiento con su esfuerzo. El rico simplemente por dignarse a mirar hacia abajo sin desprecio ya es aplaudido.

Los sonidos que salían de los instrumentos reciclados eran increíbles. De latas desechadas surgían hermosas melodías. Y podía parece que eso estaba bien por el carácter de sorpresa que tenían. Pero, ¿porqué esos chavales no pueden tener acceso a los medios que muchos otros disfrutan sin esfuerzo? ¿Todo su futuro deberá escribirse con remiendos que imiten las riquezas de otros?

Yo no supe bien que decir ante la pregunta de Sara. Pero la respuesta estaba allí. ¿Por qué esos niños son pobres? Porque no nos planteamos en serio esa pregunta, porque nos dejamos despistar con otras cuestiones que no son prioritarias, porque nos duele plantearnos en serio cuál es nuestra responsabilidad en la construcción de la desigualdad social y la pobreza, así como el qué podemos  para que no lo sean, ni ellos ni ningunos otros. Mientras tanto nos entretenemos hablando de reciclaje, observando los buenos gestos de la gente famosa, sorprendiéndonos con el ingenio que de la basura crea un milagro. Nos olvidamos así de lo fundamental.

Menos mal que quedan niñas de cuatro años para mantener encima de la mesa la pregunta clave.