Levantar la vista,
aprovechar la oscuridad
que esconde el barro cotidiano
para encontrar una pista,
un reflejo
que marque un nuevo rumbo
en búsqueda de horizonte.
Emprender camino,
fiarse de la sed que empuja
alimentando una nueva esperanza
en medio de la noche.
Confluir, encontrarse,
hacerse compañía
al compartir el paso,
la palabra y los silencios
que acompañan la búsqueda.
Saber esperar el momento,
descubrir el lugar,
atender al milagro
que desde lo más pequeño,
lo más oculto,
lo más despreciado,
se ofrece.
Acercarse.
Agradecer.
Compartir los dones.
Celebrar.
Así, año tras año.
Vida tras vida.
Hoy, esta noche,
levanto la vista
buscando una estrella.
Quiero ser mago.
Eso pido.
Eso me pido.
Eso nos pido.
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