No. Nadie se acercará a pagar nuestras deudas. Ni siquiera a disculparse. Además, se le recordará que tiene que "portarse bien" a partir de ahora y "no hacer tonterías". Pero se encontrará de nuevo dentro de un sistema en el que much@s darán respuestas tontas a problemas muy serios, y en el que pocos se portaran bien con él.
Un buen ejemplo a nivel más macro es el caso de la deuda griega, de la que tanto se habla, pero sin señalar la deuda que se está contrayendo con el pueblo griego, y que se está cobrando sus intereses con el aumento de suicidios, contagio del VIH, etc. ¿Alguien asumirá sus responsabilidades a este nivel?
Pensaba en todo esto esta tarde mientras leía una de las primeras carta del Subcomandante Marcos, que desde otra realidad muy diferente lanzaba preguntas ya hace más de 15 años que siguen haciendo eco por todas partes mientras se sigue persiguiendo y castigando a quienes no pueden soportar más tanta violencia como reciben cotidiana y continuamente:
"¿Quién tiene que
pedir perdón y quién puede otorgarlo?
¿Los que durante años
y años se sentaron ante una mesa llena y se saciaron mientras
con nosotros se sentaba la muerte, tan cotidiana, tan nuestra
que acabamos por dejar de tenerle miedo? ¿Los que nos
llenaron las bolsas y el alma de declaraciones y promesas?
¿Los muertos, nuestros
muertos, tan mortalmente muertos de muerte "natural",
es decir, de sarampión, tosferina, dengue, cólera,
tifoidea, mononucleosis, sarampión, tétanos, pulmonía,
paludismo y otras lindezas gastrointestinales y pulmonares?
¿Nuestros muertos, tan
mayoritariamente muertos, tan democráticamente muertos
de pena porque nadie hacía nada, porque todos los muertos,
nuestros muertos, se iban así nomás sin que nadie
llevara la cuenta, sin que nadie dijera, por fin, el "¡YA
BASTA!" que devolviera a esas muertes su sentido, sin que
nadie pidiera a los muertos de siempre, nuestros muertos, que
regresaran a morir otra vez pero ahora para vivir?
¿Los que nos negaron
el derecho y don de nuestras gentes de gobernar y gobernarnos?
¿Los que negaron el respeto a nuestra costumbre, a nuestro
color, a nuestra lengua? ¿Los que nos tratan como extranjeros
en nuestra propia tierra y nos piden papeles y obediencia a una
ley cuya existencia y justeza ignoramos?
¿Los que nos torturaron,
apresaron, asesinaron y desaparecieron por el grave "delito"
de querer un pedazo de tierra, no un pedazo grande, no un pedazo
chico, sólo un pedazo de tierra, no un pedazo grande,
no un pedazo chico, sólo un pedazo al que se le pudiera
sacar algo para completar el estómago?
¿Quién tiene que
pedir perdón y quién puede otorgarlo?
¿El presidente de la
República? ¿Los secretarios de Estado? ¿Los
senadores? ¿Los diputados? ¿Los gobernadores? ¿Los
presidentes municipales? ¿Los policías? ¿El
ejército federal? ¿Los grandes señores de
la banca, la industria, el comercio y la tierra?
¿Los partidos políticos?
¿Los intelectuales? ¿Galio y Nexos? ¿Los
medios de comunicación? ¿Los estudiantes? ¿Los
maestros? ¿Los colonos? ¿Los obreros? ¿Los
campesinos? ¿Los indígenas? ¿Los muertos
de muerte inútil?
¿Quién tiene que
pedir perdón y quién puede otorgarlo?"
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