Tenía ganas yo de ver esta peli, por su tema y por el Langui, ese pedazo cantante de la Excepción salido del Pan Benito, protagonista de esta película.
Y la verdad es que me dio lo que esperaba, y en grandes dosis, consiguió que saliera removido y emocionado. Pese a que en algunos momentos se deja llevar por un tufillo algo peliculero, en ella se respira vida y lucha bien real, desde un lugar de aquellos a los que poc@s se interesan en mirar. Y sobre todo, el personaje de el Cuajo, encarnado por el Langui, que lo llena con lo que es él mismo, con su propia verdad: la de una persona que pese a sus dificultades físicas ha conseguido abrirse camino a empujones para llegar a donde nadie imaginó que podría: "Al final conseguí hacerlo".
Un pedazo de realidad, cruda, dura, luminosa...
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