Ultimamente he tenido la suerte de encontrar pistas (tanto a través de amigos como por los imprescindibles Carne Cruda y Diagonal) que me han llevado a conocer a músic@s que desconocía y que me han enamorado al explorar su obra. Gente muy diferente, ritmos muy diversos, pero tod@s ell@s conectando de una u otra manera con lo que soy, con lo que siento, con lo que sueño... Musica viva, en fín, muy cercana, que me hace vibrar y que quiero compartir.
Acá va el primero de ell@s: Kevin Ayers, que pese a haberme enterado de su existencia a través de su fallecimiento ha dejado como legado una obra llena de vida, buen humor, mestizaje del bueno y libertad a raudales. ¿Alguna muestra? Acá va...
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