Lucha y Fraternidad

En caliente escribo, tras una noche de compartir proyectos y recuerdos, de poner la vida encima de la mesa y tratar de desvelar en qué te la estás jugando... Y de repente, estos dos conceptos unidos, como algo indisoluble. Y al ver estas dos palabras juntas de repente descubro que esta es la guía, el motor que me mueve, que siempre me ha movido, mi búsqueda concreta del día a día...

Porque este mundo, esta realidad actual es dolorosa y criminal, es necesario levantarse y ponerse en marcha para luchar. Y al mismo tiempo, precisamente porque esta realidad es dolorosa y criminal, porque este mundo sufre, es imprescindible al mismo tiempo la fraternidad que nos ayude a salir de nuestro individualismo, a unir fuerzas, a juntarnos con otr@s para buscar salidas factibles y de verdad sanadoras para tod@s.

Porque la lucha sin fraternidad se agota y acaba en disputas entre iguales. Y la fraternidad sin lucha se convierte en un abrazo flácido que no conduce más que a un gozo vacío.

Por eso hay que jugarse la vida en estos dos ámbitos. Esto es lo que aprendí en el Movimiento Cuarto Mundo, y lo que me anima a continuar buscando en el día a día, frente a cada injusticia, en cada encuentro.

Gracias Jean, Gracias Fabienne,
por haberme abierto los ojos a este secreto,
por haberlo concretado en el día a día durante tantos años compartidos,
por haber vuelto a alimentar la llama de nuevo para que no se apague,
por seguir en camino, buscando a otr@s con l@s que recrear este milagro.