Muy recomendable el libro de Jacques Donzelot "La invención de lo social", en el que el autor ofrece una interesante descripción, que aunque centrada en Francia es extrapolable al menos al resto de la Europa Occidental, de la "creación" de la solidaridad y el campo de "lo social" como manera de poner freno a las luchas intestinas entre liberales y marxistas a partir del siglo XIX.
Porque aunque puede parece que la "solidaridad" es algo connatural a la especie humana, lo que entendemos hoy en día como tal es algo que se ha venido construyendo en los dos últimos siglos. Y surge como un esfuerzo por "reparar las carencias de la sociedad, compensar los efectos de la miseria, reducir los de la opresión", orientado a "corregir la sociedad, no a reorganizarla".
Ahora que se denuncia tantas veces la "falsa solidaridad" como uno de los principales escollos para la transformación social, cuestiona descubrir cómo desde sus orígenes esta palabra se ha utilizado para frenar los esfuerzos revolucionarios, ofreciendo una respuesta y una reparación a aquellos que sufrían las consecuencias del sistema de clases y la explotación consiguiente, para así conseguir evitar la transformación real (con la consiguiente desaparición) del mismo.
En este camino otros términos fueron quedando relegados: fraternidad, justicia, soberanía...
No todo es lo mismo, no todo es igual.
2 comentarios:
Me parece peligroso el planteamiento de Donzelot. Precisamente esas ideas absolutas de reorganización social, de reconstrucción desde la nada, se intentaron en Camboya y China hace unas pocas décadas con terribles consecuencias. Será que estoy sensible por mis lecturas sobre la Revolución Cultural china, pero algunos de esos esfuerzos revolucionarios absolutos...
Bueno, en realidad Donzelot no lo plantea tanto como una queja o una defensa de la "revolución", sino como una constatación del proceso que ha ido haciendo que la línea media entre los dos extremos (liberalismo y marxismo) construyera el Estado y la visión social que llevó hasta el 68.
Creo que es más bien mi comentario el que puede haberte hecho pensar en la "defensa de la revolución" al modo marxista, pero lo que comento lo hago en el sentido de que muchas veces nos apoyamos en la idea de solidaridad frente a las injusticias existentes, sin ser muy conscientes de que este es un concepto que se creó con un marcado caracter paliativo, lejos del objetivo de transformar las relaciones desiguales que existen en la sociedad.
Por supuesto que el modelo comunista no ha ofrecido una alternativa mejor. Pero habrá que seguir inventando posibles (o imposibles) para construir otras maneras de estar junt@s en el mundo.
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