Acaba de salir "¿Dónde está mi tribu?" un libro con muy buena pinta, acompañado por un blog que promete llenarse de artículos interesantes para ayudarnos a reflexionar más allá de las posiciones fundamentalista que tanto abundan en el campo de la m(p)aternidad.
No sé a otr@s, pero a mí leer cosas como estas me ayudan a repensar esto de cuidar criaturas que vienen al mundo como algo realmente apasionante y que es necesario cuestionarnos colectivamente:
"En un bando, la militancia pro-niño con sus banderas de la lactancia a demanda y el colecho, donde a los adultos sólo nos queda plegarnos a las necesidades de nuestros hijos. De otro, la armada pro-adulto, que ve a los niños como unos seres viciosos y egoístas a los que los padres tenemos que corregir hasta que quepan en el traje que la sociedad quiere que lleven. Y en todas partes expertos y más expertos que vienen a decirte cómo tienes que criar a tu hijo y que colocan su saber por encima de la experiencia cotidiana de tantos padres y madres.
¿Son estas todas las respuestas que podemos dar a un fenómeno tan complejo como la maternidad? ¿No hay más marco de reflexión que el binomio madre-hijo? ¿Qué hay de la maternidad como hecho social y compartido?
(...)
Dice el proverbio africano que “Para criar a un hijo hace falta toda la tribu”, pero en Occidente nos hemos quedado sin ella. Ha desaparecido ese clan que hasta no hace tanto tiempo apoyaba la crianza: las mujeres de la familia, los hermanos mayores, incluso las vecinas.
¿Cómo está sustituyendo la familia nuclear esa red de apoyo? ¿Cómo está afectando este fenómeno a las mujeres que, además de cuidar, tienen un trabajo remunerado y una vida social?"
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