Aristóteles, que no era un cualquiera, y que vivió en esa Grecia clásica que ha quedado grabada como imagen y símbolo de la democracia, explicaba así la diferencia entre esta y la oligarquía en su libro Política:
"... siempre que los gobernantes deban su poder a la riqueza, sean una mayoría o una minoría, estamos en presencia de una oligarquía, mientras que cuando gobiernan los pobres es una democracia"
Sin embargo por acá siguen empeñados en que se trata de un tema de cantidad ("¡La mayoría!"), dejando de lado una clave fundamental de la verdadera democracia: que permita escapar de la tiranía de quienes siempre mandan. Y esto, por lo visto, no es una idea muy nueva ni revolucionaria. Ya lo dijo aquel filósofo...
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