Ya pasaron las jornadas que organizamos sobre el Cruce de Saberes como herramienta para la transformación social contando con el conocimiento de quienes viven en la pobreza. No fueron actos multitudinarios, pero en todos ellos aparecieron elementos importantes, y yo me fui con la sensación de haber aprendido mucho y a muy diferentes niveles. Pero más allá de toda la información compartida, de todos los ejemplos e ideas que se pusieron sobre la mesa, lo que más me movilizó fue el encontrar, en cada una de las presentaciones que se hicieron, algunas cuestiones de fondo que no podemos esconder (aunque es la práctica habitual por lo costoso de mantenerlas a la vista) si realmente queremos ser sinceros en nuestro compromiso por construir una alternativa social que no deje a nadie fuera.
¿Cómo no dejarnos llevar por la búsqueda de resultados, rescatando la prioridad de crear las condiciones necesarias para un trabajo colectivo a largo plazo con quienes viven situaciones más difíciles? ¿Qué supone en nuestras prácticas el plantearnos qué ganan con ellas no solo l@s más dinámic@s, sino quienes más dificultades tienen? ¿Cómo permitirnos descubrir la dimensión de ser compañeros, compartiendo objetivos, seguridades, riesgos y beneficios del proceso colectivo, entre personas de orígenes y situaciones vitales tan diferentes?
... Y la lista podría seguir y seguir...
Acá va una de las presentaciones, por si alguien quiere "enredarse" en estas (y tantas otras) cuestiones:
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