Hace unas semanas recogía en otro blog la propuesta de apoyo para Habiba, una madre a la que habían separado de su hija y expulsado del centro de menores en el que estaba internada por cosas tales como dar el pecho a demanda a su hija o echarla a dormir en su misma cama.
Pasado este tiempo, resulta esperanzador ver qué estos acontecimientos, tan duros y dolorosos, pueden dar lugar a espacios de lucha compartida que no sólo consiguen revertir la situación denunciada, sino generar dinámicas de apoyo mutuo que buscan mantenerse en el tiempo.
Así, merece la pena leer el relato completo del proceso, que ha terminado con el reencuentro entre madre e hija y con la formación de una asociación de apoyo para madres en situaciones similares, A.L.M.A. (All Loving Mother Association).
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