martes, 7 de junio de 2011

La gorda salud y la neurosis del escritor

De Filosofía de la deserción, de Peter Pal Pelbart:

"La fragilidad del escritor no es neurosis, ni psicosis, sino porosidad al exceso, apertura y permeabilidad a aquello que una salud gorda, una autosuficiencia acabada, madura, cerrada, concluida, que funciona por demás bien, jamás podría acoger, abrigar, favorecer. El escritor es aquel que vio demasiado, que oyó demasiado, que fue atravesado en demasía por lo que vio y oyó, que se desfiguró y desfalleció por eso que es demasiado grande para él, pero en relación a lo cual él sólo puede mantenerse permeable, en una condición de no-acabado, de inmadurez, imperfección, fragilidad. Ejemplo del neorrealismo italiano, donde los personajes, estupefactos por la visión de la guerra, de la miseria o de la naturaleza revuelta, exclaman: ¡es terrible, y demasiado hermoso! (Stromboli, de Vitorio De Sica). La gorda salud dominante es incapaz de ver, oír y dejarse atravesar por tanto exceso...

(...)

¿será la vida esa gorda salud del espectáculo, del frenesí extasiado frente a lo sensacional, del acaparamiento del mundo por parte de un estómago fenomenal que deglute todo porque también expele todo? O, al contrario, ¿estará la vida más próxima a una fragilidad frente al exceso, y también, por 
consiguiente, a una cierta selectividad?"

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