Para mucha gente no es más que el tío simpático del "Don´t worry, be happy". Para mí durante muchos años se quedo en eso, hasta que un amigo (¡gracias, Txus!) me enseñó este vídeo...
Desde entonces, periódicamente vuelvo a redescubrirlo, sorprendiéndome como la primera vez de los increibles registros que nos regala, y disfrutando de los juegos continuos a los que se entrega...
Hoy toca volver de nuevo el oído y la vista hacia Bobby Mcferrin. Para disfrutarle y al mismo tiempo rendirle homenaje, porque pocos artistas como él hay en el mundo de la música. Un genio, sin más. Buceando en su página deslumbra su versatilidad: actúa sólo o acompañado por una voicestra (orquesta vocal), se ha lanzado al mundo de la ópera, dírige orquestas...
Y, sobre todo, conecta, comunica, arrastra al público a acompañarle en la aventura de la música. Como en esta intervención en la que consigue arrastrar a todo el público con él...
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