Si nos quedamos en este detalle nos perdemos el paisaje de fondo. Efectivamente, es cuando menos inoportuno y ridículo que el máximo ¿i?responsable del sistema sanitario en una región se descuelgue con unas declaraciones de este tipo. Pero en el fondo es coherente con muchas otras decisiones políticas que se vienen tomando desde su partido en diferentes niveles de gobierno, y que terminan siendo más tóxicas incluso que el dichoso tema del tabaco. Lo que no sé es si en el rechazo total a estas políticas estarían de acuerdo tod@s quienes ahora se llevan las manos a la cabeza.
Curiosamente he recibido hoy el libro de "The status syndrome", de Marmot, uno de los máximos expertos mundiales en salud pública. Sólo con leer la presentación que hace de los resultados de sus estudios en la solapa del libro ya va marcando algunas de las claves para la salud poblacional que nuestro querido gobierno se empeña en destruir:
- Invertir (sí, habla de inversión, no de gasto, curioso matiz) en el desarrollo infantil temprano y en el sistema educativo - No, mejor recortes y más recortes en educación, escuelas infantiles más inaccesibles para quienes menos tienen y desprestigio y desmotivación del profesorado...
- Crear trabajos seguros que den a los empleados control sobre sus carreras profesionales y recompensa a sus esfuerzos - No, mejor facilitar el despido, aumentando así la sumisión y la inseguridad, fomentar modelos de trabajo precarios e individualistas, con escaso o nulo respaldo colectivo...
- Promover sistemas de apoyo que incrementen el contacto social - No, mejor criminalizar, perseguir y amedrentar las iniciativas colectivas que se generan desde la calle, generar barreras y enfrentamientos entre ciudadan@s...
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