Ayer por la noche fuimos a un concierto de música revolucionaria, para ir preparando el cuerpo para la celebración del 30 aniversario hoy día 19 de julio de la revolución sandinista. Era emocionante ver cómo la gente sigue conectando con toda esa energía revolucionaria acumulada a través de esas canciones, de esas palabras que trataban de atrapar los sueños por cumplir y recordar a l@s que se dejaron la piel en el intento de hacerlos reales.
Y hoy, día del aniversario, en la televisión ofrecían, en todos los canales que pillamos en la casa, la emisión de la celebración en la plaza de la fe de Managua. Llena de gente, con miles de banderas, la imagen era espectacular. Pero escuchar hablar a l@s jefes del tinglado que hay montado ahora, Daniel Ortega y su mujer Rosario, ponía los pelos de punta: pura retórica revolucionaria que nada más oírla ya suena a hueca, a mentirosa, a hipócrita. Aunque también es verdad que, al conocer a gente que sigue, hoy en día, dejándose la piel en el camino de una verdadera transformación social acá en Matagalpa, mientras son perseguid@s por l@s supuest@s revolucionari@s del frente, quizás nos posicione un poco ya de partida...
Por si alguien quiere completar un poco más de información, mi amigo mejor informado sobre estas cosas nos envía este análisis de los 30 años.
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