martes, 27 de julio de 2010

La pequeña orquesta

Otro de esos descubrimiento casuales que terminan quedándose en tu vida de manera permanente. Una "pequeña orquesta" que mezcla ritmos diversos, jugando con el jazz, lo latino, películas clásicas, cambiando del inglés al español, de este al francés, asomándose al italiano... Difíciles de clasificar, estos de Pink Martini...

Hoy tocan en Madrid y mañana en Barcelona, pero como las circunstancias obligan tendré que dejar lo de ir a verles hasta otro momento más liberado. Pero eso no ha impedido que Sara y yo hayamos podido bailar un poco esta mañana al son de su último disco, "Splendor in the Grass", disfrutando de su música envolvente y abierta al mismo tiempo, caricia y liberación.

Si alguien se acerca a verles, que les diga que a la próxima nos vemos, nos bailamos, nos abrazamos...


domingo, 18 de julio de 2010

Nació...

... Sara apareció hace 2 días entre nosotr@s, y las emociones vienen y van, sobrepasando siempre la posibilidad de entender que es lo que está pasando, pequeño y gran milagro al mismo tiempo.

Y yo no puedo parar de tararear esa canción que ahora parece escrita y cantada en su honor, La muchachita (gracias a Rogelio Botanz por musicar este poema de Gioconda Belli de manera tan maravillosa), que recoge tan bien esta alucinación y confusión constante: ¿Cómo fue que el amor floreció de esta manera?

Gracias María. Gracias Sara.

Gracias...

Acá abajo va la canción:


https://drive.google.com/file/d/0BygGrOyUPUKuWkhKb3Bpdmo0dHM/view?usp=sharing

miércoles, 14 de julio de 2010

Batalla Naval, again & again

Un año más, una batalla más, muchas personas más...


LA BATALLA NAVAL DE VALLEKAS!!

Acuáticas vallekanas, marítimos vallekanos, filibusteras y arponeros venidos del ancho mar, desde esta dársena del puerto de mar de Vallekas os anuncio que día 18 de Julio, a las 5 de la tarde, dara comienzo nuevamente la Batalla Naval!

¡Todo el mundo a sus puestos! Distribuiros rápidamente sobre cubierta, hacia las jarcias, en las vergas, subir a los mástiles, empuñar las barras del cabestrante, que vuestras banderas cuelguen del palo más alto y que rimen vuestras
tareas a coro del canto pirata “…Ay, ay, ay, la botella de ron…”. Levar anclas, establecer el rumbo, que el timonel vire a estribor y zarpad. Que os proteja San Elmo patrón de todos los marineros. Que las velas se abran y se hinchen con el viento y que vuestras miradas juveniles se extasien en el mar infinito. Disfrutad de la playa de Monte Perdido con vuestros cubos y pistolas líquidas, disfrutad de esta fiesta del agua y de la alegría.

Es la hora de mojarse, vallekanos, por conservar vuestro mar de sueños y utopía. 




¡Viva el puerto de Vallekas! ¡Viva la Batalla Naval!

 



Por si alguno quedó con ganas de saber mas:



P.d.: la prosa es robada del pregón del año anterior, que podeis escuchar AQUI o leer AQUI del genial vallekano Juan Vicente Códoba

¿Yo soy qué?

Una vez más, el Roto vuelve a dar en el clavo:

martes, 13 de julio de 2010

Comunidad, Inmunidad, abrir y cerrar

Ando ahora asentando lo que ha sido el carrusel de emociones que nos ha traído el mundial de fútbol y, sobre todo, el festival de manifestaciones de júbilo compartido, de cantos a la unidad de tod@s, de llamadas a la conciliación y el trabajo en equipo sin individualidades, de tanto hablar en plural ("podemos", "somos", etc.).

Y aunque esté resultando un poco repetitivo últimamente, de nuevo quiero compartir algunas ideas de Roberto Esposito, que creo que son especialmente interesantes en estos momentos tan "comunes".

Esposito, aparte de otros temas, ha desarrollado en los últimos años un pensamiento en torno al juego entre Communitas e Immunitas. Ambas contienen el término munus, que significa ley y don (ley del don, obligación de darse), pero en sentidos contrapuestos. De esta manera, communitas afirmaría la relación de aquellos que pertenecen a la comunidad no como aquellos que comparten una identidad común, sino como aquellos que comparten la ley del don (siendo así una relación que obliga a darse, y no que comporte que se reciba algo). Así, "la comunidad no es aquello que protege al sujeto clausurándolo en los confines de una pertenencia colectiva, sino más bien aquello que lo proyecta fuera de si mismo, de forma que lo expone al contacto, e incluso al contagio, con el otro".

Sin embargo la  Immunitas se constituye como la negación del munus. Es así, lo que protege del ser requerido por esa ley del don, lo que salva a algunos de tener que rendir cuentas con los otros (lo que recoge su sentido jurídico) y al mismo lo que protege la identidad individual frente al colectivo, lo que defiende y crea barreras al posible contagio desde el exterior de cada un@ (lo que conecta con el sentido que se le da al término en medicina).

Esposito sostiene que este juego entre communitas e immunitas, entre abrirse al exterior o cerrarse sobre uno mismo, entre asomarse al riesgo del encuentro con otr@s o esterilizar las posibilidades de contagio desde fuera, marca la realidad actual de manera clara. De hecho, los discursos y preocupaciones principales estos años van en esa línea: migraciones, seguridad, riesgos, protección de la vida...

Ahí continua la partida...

¿Devenir persona?

Leyendo a Roberto Esposito cuando escribe sobre la importancia de lo impersonal, de repente me asaltan recuerdos de muchos encuentros, sobre todo de personas en situación de pobreza y exclusión. Una pregunta que al mismo tiempo tiempo recoge una demanda y una sed muy profunda: "¿Es que acaso no somos personas?". Hasta ahora siempre me había parecido una pregunta retórica, que se lanza simplemente para obtener el sí que asegure la dignidad.

Sin embargo, Esposito, recogiendo el testigo de Simone Weil, plantea que el problema es que no es real la identificación de persona con cuerpo viviente, y esto ha sido así desde los orígenes de la palabra, que se relacionan con el término máscara (es decir, algo que se puede quitar y poner y que no se ajusta exactamente al rostro, sino que lo transforma); de hecho en el caso del derecho romano se diferenciaba entre persona (el hombre adulto y libre) y homo (el esclavo).

Esposito mantiene que este término de persona, que desde el principio se ha construido por contraste y exclusión frente a los que no se pueden considerar como tales, sigue ejerciendo el mismo mecanismo de selección de unos seres humanos como personas frente a otros, gracias a que los primeros manifiestan un rasgo diferencial.

Así, el ser persona no es algo propio del ser humano, sino que es una consideración que hay que ganarse, que hay que conseguir. De ahí la imagen de "devenir o llegar a ser persona" de algunos modelos psicoterapéuticos.

Así, de repente, esta cuestión de "¿Acaso no soy persona?" que plantean much@s de l@s que viven situaciones de exclusión adquiere mucha solidez, se transforma en una cuestión fundamental, que realmente pone la vida en juego. Porque si quien no es considerado como persona queda fuera del juego legal y social.

Esto hace que para poder pensar en una justicia universal, en el sentido de justicia de todos y para todos, haya que escapar del concepto de persona para abrirse al campo de lo impersonal, que sería lo que, dentro de cada un@, bloquea el mecanismo de discriminación y separación respecto a todos aquellos que todavía no son, que ya no son o que no serán nunca declarados personas. Segun Weil, "Todos aquellos que han penetrado en la esfera de lo impersonal encuentran una responsabilidad hacia todos los seres humanos. Se trata de aquella responsabilidad de proteger en ellos, no la persona, sino todo lo que la persona contiene de frágil posibilidad de paso a lo impersonal".

domingo, 11 de julio de 2010

Comunicacion y vacío

Una primera aproximación a Roberto Esposito a través de su libro Comunidad, inmunidad y biopolítica, lanza el concepto de comunidad hacia el encuentro y el vacío:

"La comunicación no tiene lugar más que entre dos seres puestos en juego - desgarrados, suspendidos, inclinados uno y otro sobre su nada."

El encuentro, lo compartido como la capacidad de asomarse junt@s al vacío, y no de llenar con contenidos artificiales e ilusorios.

Habrá que continuar dándole vueltas al tema...

domingo, 4 de julio de 2010

La crisis mata y deja morir...

Ahora que se habla tanto de la necesidad de ajustarnos el cinturón y de lo mucho que se gasta en temas sociales y sanitarios (sin que se abra debate sobre otros temas como el de los gastos militares, por ejemplo), es interesante leer el artículo de David Stuckler y colaboradores que publican en el British Medical Journal y que Javier Segura resume en el blog de Salud Pública y algo más. En él se analiza la repercusión del gasto social y sanitario sobre la mortalidad de la población, y concluyen que por cada 80 € recortados por persona en ayudas a desempleados, discapacitados, jubilados, familias y niños, la mortalidad general puede incrementarse casi un 1% (0,99%), la debida a problemas relacionados con el alcohol puede subir un 2,8%, las muertes por tuberculosis aumentarían un 4,3% y la mortalidad cardiovascular un 1,2%.


También resaltan otro asunto interesante y que parece ser que en Reino Unido se ha debatido bastante, ya que allí han recortado en gastos sociales pero manteniendo el presupuesto del Sistema Nacional de Sanidad. Pues resulta que el gasto social es el que tiene más repercusión que la variación en los ingresos globales y que el gasto sanitario sobre el descenso de mortalidad general y la provocada por el alcoholismo, enfermedades cardiovasculares y la tuberculosis. Está visto que hay que hacer abordajes globales si se quiere ser efectivo de verdad...


 Tabla 1  Efecto de 80€ (o 100$) de incremento en ingresos, gastos sociales y gastos sanitarios por persona en la mortalidad especifica en 15 paises de la UE, 1980-2005 (paridad en poder adquisitivo en € de 2000) . Fuente: David Stuckler, Sanjay Basu, Martin McKee. “Budget crises, health, and social welfare programmes”. BMJ 2010;340:c3311

Covariate
All cause
Alcohol related
Malignant neoplasms
Cardiovascular disease
Suicide
Tuberculosis
$100 in income per capita
–0.14%** (0.035)
–0.21% (0.12)
–0.034% (0.034)
–0.31%** (0.084)
0.19% (0.20)
–0.59%*** (0.14)
$100 rise in social welfare spending (excluding health care)
–0.99%*** (0.11)
–2.80%*** (0.46)
–0.065% (0.18)
–1.23%** (0.31)
–0.62% (0.49)
–4.34%** (1.27)
$100 rise in healthcare spending
–0.01% (0.43)
0.97% (0.90)
–0.82% (0.47)
–0.28% (0.95)
–3.15% (1.50)
2.11% (2.32)
No of country-years
320
319
319
319
319
318
R2
0.906
0.773
0.535
0.901
0.239
0.716
Countries were Austria, Belgium, Denmark, Finland, France, Germany, Greece, Ireland, Italy, Luxembourg, Netherlands, Portugal, Spain, Sweden, and United Kingdom. Robust standard errors in parentheses clustered by countries to reflect non-independence of sampling.

sábado, 3 de julio de 2010

Atlas de las migraciones



Desde Le Monde Diplomatique en español, la editorial AKAL y la UNED sacan la versión española del Atlas de las migraciones. Una interesante propuesta para ir un poco más allá del discurso espontáneo sobre la inmigración y estudiar con más profundidad la realidad de las idas y venidas de la humanidad desde los principios de su historia y lo que conlleva en el momento actual, conjugando textos con gráficos muy explicativos. Se puede comprar en la web o en quioscos.

Ver Sumario


jueves, 1 de julio de 2010

Violencia y Exclusión (VI): La violencia y el tiempo

Bueno, por el momento poco más me queda que decir sobre este tema, pero creo que es interesante recoger lo que otra gente con más trayectoria ha dejado ya escrito sobre el tema. En concreto, acabo de leer un par de textos de Wresinski sobre la violencia sobre l@s más pobres y la posibilidad de noviolencia en medio de la miseria que creo que merecen la pena, sobre todo por la perspectiva histórica que aporta. Ahí van unos parrafos que para mí explican muchas cosas:

"Sólo es miserable el hombre que se encuentra aplastado por el peso de la violencia de sus semejantes. En él se ceban el desprecio o la indiferencia, de los que no puede defenderse.


Sólo puede huir dejando los caminos normales. Por eso tiene que aniquilarse y convertirse en el olvidado de las ciudades de urgencia, de las zonas negras y de los suburbios. Es el excluido.


La violencia del desprecio y de la indiferencia crea la miseria, porque inexorablemente conduce a la exclusión, al rechazo de un hombre por los demás hombres. Aprisiona al pobre en un engranaje que lo machaca y lo destruye. Hace de él un subproletario.


La privación constante de esta comunión con el prójimo que da luz y seguridad a todas las vidas condena su inteligencia a la oscuridad, hunde su corazón en la inquietud, la angustia y la desconfianza, destruye su alma.


(...)


El suburbio podría haber sido un lugar de paso para un pueblo de desgraciados que se dirige hacia una ciudad más justa. En nombre de un orden social lo hemos convertido en un infierno que hace su vida infernal con el pretexto de evitar que las familias se aferren a él y se queden allí. Nuestra prisa por imponer un orden nos hace olvidar al hombre. Cuanto más precaria es su vida y cuantos menos bienes posee, más se aferrará por el miedo a perderlos. No será fácil que los cambie por lo que no puede conocer ni comprender."

La conservación de l@s hij@s

Los rebotes y las coincidencias siguen trayendo cosas interesantes. Justo cuando andaba tratando de perfilar una primera aproximación desde el teatro al mundo del sistema de protección de menores junto con la compa Ana, desde otro lado me pasan algunos documentos de un libro con un nombre que enseguida llamó mi atención: La policía de las familias, de Donzelot , en el que entre otras cosas aborda la dinámica histórica que fue dando lugar a todo el campo de trabajo social como espacio intermedio entre la familia y el estado. Sobre todo me ha llamado la atención el capítulo de La conservación de los hijos, en el que plantea los cambios que se dieron en el siglo XVIII  respecto a la protección de l@s niñ@s, pero con dos variantes que hoy en día siguen manteniéndose en líneas generales: la protección de l@s hij@s de las familias ricas respecto a su bienestar y la protección y el intento de aprovechamiento de las capacidades de l@s niñ@s de las familias pobres. L@s primer@s en peligro, l@s segund@s peligrosos. Y para quien quiera más, El complejo tutelar, donde analiza el desenfoque del mismo con bastantes aportaciones interesantes.