martes, 26 de mayo de 2015

Nuevas rutas y viejos inmovilismos



Es impresionante echar la vista atrás  y pensar en el escepticismo que habríamos manifestado si hace un año alguien nos hubiera dicho que sería posible acceder al transformar los ayuntamientos de ciudades como Barcelona, Madrid, Zaragoza, Coruña, etc., según las claves de los aprendizajes colectivos que se han ido desarrollando a partir de la explosión 15M. Pero sí, ahora resulta que es posible comenzar a transitar estas nuevas rutas y ver donde nos llevan.

Pero al mismo tiempo, tengo que reconocer que tras la campaña de Ahora Madrid, que día a día consiguió ir contagiando más alegría e ilusión a quien se acercaba a ella, soñaba con una victoria clara y contundente en Madrid. Cuando lo contaba a mi alrededor no me creían, pero yo estaba seguro de que por fin Madrid se quitaría de encima toda la caspa y apostaría por la decencia y la justicia.

Pero no. No hubo un vuelco tan grande. Más de medio millón de personas siguieron avalando con su voto la corrupción sistemática, la chulería por encima de leyes y normas, el llamamiento al linchamiento descerebrado en vez de al análisis sensato. Y este aval sobre todo provino de los distritos mejor posicionado económicamente, llegando por ejemplo a obtener el PP más del 50% de los voto en el bario de Salamanca.

No lo entiendo. No lo puedo entender, la verdad. Pase lo que pase, hagan lo que hagan, hay miles de personas, mayorías de barrios concretos, dispuestos a no ver, a no escuchar, a no pensar. A cerrar los ojos a realidades como los desahucios, que han llegado a ser tan mediáticas, al hambre, al paro y la falta de ingresos de tantos y tantas.

Con dos cojones!!!!Escuchad lo que dice Wyoming.No tiene desperdicio!!!
Posted by Manuel Sanchez on Lunes, 4 de mayo de 2015


Esto no puede llamarse de otra manera que complicidad. Si pese a todo lo que ha llovido medio Madrid apuesta tan claramente por mantener a quienes tanto daño han hecho a la ciudad y sus gentes, es porque no han terminado de creerse que exista otra realidad que la suya, que aunque se haya visto removida por la crisis económica no se ha desmoronado. Porque mientras en muchos barrios y familias se concentran el paro, la ausencia de vivienda y la desesperanza, en otros estas realidades sólo aparecen en los telediarios, como si nos estuvieran hablando de otro país, no del nuestro, tan supuestamente desarrollado. Y desde esa posición de privilegio se atrincheran en sus miedos, bajando la mirada para encerrarla en su propia realidad y apoyando a toda aquella, como en este caso, que les ayude a levantar barreras que garanticen su inmunidad.

Se ha hablado mucho del 99% frente al 1% de super-ricos. Pero no es literal. Hay grandes redes de gentes tremendamente imbricadas en el sistema, dispuestas a priorizar la protección de su estatus a cualquier precio, por encima de cualquier circunstancia.

Por eso no nos queda otra que volver a los clásicos y retomar la lucha desde abajo, desde los desposeídos. Enfrentar las resistencias, abrir nuevos caminos, remover estructuras, prohibir privilegios. Desmontar todo este castillo protector tan sólo de algunos, poniendo en común los materiales que antes estaban solo al servicio de algunas personas.

Para que no quede otra que dejar de mirarse el ombligo y construir, con otras, la ciudad.



sábado, 23 de mayo de 2015

Entregar(nos)

Ayer tuve la suerte de poder compartir tiempo, espacio y charla con algunas personas de las que desde hace un año han venido construyendo esa aventura colectiva que se ha ido desbordando a cada paso, comenzando como Municipalia, transformándose luego en Ganemos Madrid y terminando al final como Ahora Madrid. Me comentaban algunos ecos que ahora les venían a la cabeza sobre los momentos que construyeron este proyecto, y las claves que han permitido que gentes tan diferentes se terminen encontrando y entrelazando apuestas en torno a un eje común sobre el que apoyarse para darle la vuelta a esta ciudad.

"El cuidado ha sido la clave. Nos hemos cuidado unos a otras", me comentaba uno de ellos. A lo largo de todo este proceso de construcción, han buscado maneras para apoyarse mutuamente y que cada persona pudiera aportar en vez de enzarzarse en dinámicas de imponer opiniones o personas unas sobre otras. Un ejemplo claro de esto fue el mecanismo que se eligió para las primarias con las que se eligió la lista que ahora se presenta al Ayuntamiento: en él las diferentes listas no sólo tenían que competir sino que a la vez, necesariamente, debían colaborar y cooperar.

Esta respeto profundo a la libertad (no de la que pregonan por otros lados y que sólo se compra con dinero), junto con la búsqueda del cuidado y el reconocimiento a la otra persona, son claves para que haya podido generarse un  proceso desbordante que día a día se ha ido superando en energía, optimismo, creatividad y amor (sí, amor, hasta se han atrevido a poner en primer plano este sentimiento con el somos tan pudorosos y privativos). Y, al mismo tiempo, el ponerse en esta clave de construcción colectiva tan clara, en la que nadie y todos tienen las razones para avanzar, es lo que le dota también de un especial sentido común y humildad combinado con la capacidad de atreverse a avanzar en común hacia lo que en soledad es solo un sueño.

Al mismo tiempo, me quedo con sensación de cierta envidia por no haber podido implicarme más, contagiarme más, aprender más de este proceso. Me siento todavía demasiado encerrado en mi realidad, en mis propias cercas. Por eso también sueño con que este domingo demos entre muchos pistas de continuidad para que este desborde colectivo se contagie también hacia y desde las instituciones. Ojalá. Mucho nos queda por abrir, por compartir, por entregar de nuestras vidas.

Yo nunca imaginé que podría encontrarme con tantas ganas de votar como las que tengo ahora. Pero sobre todo, con tantas ganas de seguir soñando que es posible ponernos juntas a buscar maneras de cuidarnos mutuamente, de liberarnos unas a otros, de atrevernos a echar el resto para crecer y crear en común.

Ojalá.






viernes, 8 de mayo de 2015

Sin cuartel

Para estos días de campaña y poderes danzantes, que mejor que asomarse a este texto de Alba Rico:

"El viento abrió de golpe todas las ventanas
El gobierno, que venía detrás, las fue cerrando una por una.

La guerra que enfrenta al viento y al gobierno desde hace siglos prosigue sin cuartel un día más."