lunes, 29 de diciembre de 2014

El maestro ignorante

Tremendamente interesante el libro de "El Maestro Ignorante", de Jacques Ranciere, recogiendo la propuesta de Jacotot, un pedagogo de origen francés que descubrió cómo los diferentes métodos pedagógicos se basan en la asunción de la superioridad eterna de un@s frente a otr@s, de sabi@s frente a iletrad@s. Supo también transitar otro camino en pos de la emancipación intelectual, encontrando las maneras de acompañar este proceso personal e intransferible en el que el papel del maestro no es el de instruir, sino el de acompañar y estimular el caminar este sendero con atención y sin desfallecer. Un reto que hoy en día deberíamos retomar, claramente.

He estado tratando de seleccionar algún fragmento del libro especialmente significativo, pero es de esos en los que hay que sumergirse sin más para descubrir su riqueza, no valen atajos. Pero por lo menos, para animar, acá dejo la presentación del libro:

"En el año 1818, Joseph Jacotot, revolucionario exiliado y lector de literatura francesa en la Universidad de Lovaina, empezó a sembrar el pánico en la Europa sabia. No contento con haber enseñado el francés a los estudiantes flamencos sin darles ninguna lección, se puso a enseñar lo que él ignoraba y a proclamar la palabra de orden de la emancipación intelectual: todos los hombres tienen igual inteligencia. Se puede aprender solo, sin maestro explicador, y un padre de familia pobre e ignorante puede hacerse instructor de su hijo. La instrucción es como la libertad: no se da, se toma. La distancia que el explicador pretende reducir es aquella de la que vive y la que, por tanto, no cesa de reproducir al igual que hace tanto la Escuela como la sociedad pedagogizada. La igualdad no es fin a conseguir, sino punto de partida. Quien justifica su propia explicación en nombre de la igualdad desde una situación desigualitaria la coloca de hecho en un lugar inalcanzable. La igualdad nunca viene después, como un resultado a alcanzar. Ella debe estar siempre delante. Instruir puede significar dos cosas exactamente opuestas: confirmar una incapacidad en el acto mismo que pretende reducirla o, a la inversa, forzar a una capacidad, que se ignora o se niega, a reconocerse y a desarrollar todas las consecuencias de este reconocimiento. El primer acto se llama atontamiento, el segundo emancipación. Es una cuestión de filosofía: se trata de saber si el acto mismo de recibir la palabra del maestro -la palabra del otro- es un testimonio de igualdad o de desigualdad. Es una cuestión de política: se trata de saber si un sistema de enseñanza tiene como presupuesto una desigualdad para "reducir" o una igualdad para verificar. La razón no vive sino de igualdad. Pero la ficción social no vive más que los rangos y de sus incansables explicaciones. A quien habla de emancipación y de igualdad de las inteligencias, la razón responde prometiendo el progreso y la reducción de las desigualdades: aún un poco más de explicaciones, de comisiones, de informes, de reformas... y ya llegaremos allí. La sociedad pedagogizada está ante nosotros. Y a su modo irónico, Joseph Jacotot nos desea buenos vientos."

miércoles, 24 de diciembre de 2014

¿Hasta cuanto dura el adviento de los más pobres?

Hoy os fui a visitar. Una pasada rápida de casa en casa, felicitando las fiestas y compartiendo nuestros mejores deseos mutuos para estos días que vienen. Dicen que la Navidad ya está aquí, que ya hay que estar preparados. Eso se supone que es el tiempo de Adviento, ¿no?

Pero en vuestro caso no ha sido posible prepararse con antelación. Ni siquiera sabéis muy bien de qué manera podréis celebrar la Nochebuena. Todas sois familias que cobráis la Renta Mínima de Inserción, una paga mensual de supervivencia para quiénes no tienen otro ingreso. Una ayuda insuficiente, pero que permite un respiro, unos días de descanso al mes respecto al agobio de tener que llenar un plato cuando una amanece sin nada en los bolsillos y varias bocas que alimentar.

Otros años habéis cobrado la Renta Mínima el día 22 de diciembre. Un buen gesto que os permitía afrontar la Navidad con tranquilidad y alegría. Pero este año no ha llegado. Ni el 22, ni el 23. Quizás el 24 por la mañana, soñáis. Para así poder celebrar la Nochebuena compartiendo algo más que carencias materiales. Pero no sabéis. No está en vuestra mano, ni se os ha informado. A la espera estáis...

Eso es el Adviento, espera. Pero la espera de una liberación, no de una ayuda que inactiva y encierra en la dependencia y la impotencia. Una espera de que la realidad cambie de una vez por todas, no sólo de un bálsamo temporal que permita salir del paso hasta el siguiente tropezón. ¿Cuándo llegará ese momento para quienes viven en la pobreza? ¿Qué haremos, ellas y nosotros, para que esa Natividad, ese nacimiento de una nueva realidad liberadora sea posible?

Una madre de familia me compartía hoy sus esfuerzos para que en su familia, atravesada por los desencuentros y las disputas en los últimos meses, se volvieran a mirar unos y otras a la cara, para que aceptaran volver a hablarse y encontrarse. Es su manera de luchar para hacer posible una nueva realidad de paz entre tantas disputas y rupturas. Es su manera de generar nueva vida desde lo que está en su mano. Es su manera de no quedar atrapada en la precariedad de la dependencia respecto a esas ayudas que nunca aportan al final lo que prometen.

Feliz Navidad, compañera.

domingo, 21 de diciembre de 2014

lunes, 8 de diciembre de 2014

Es Común

Terminé ya de leer el libro de Silvia Federici "Revolución en punto cero". Absolutamente recomendable, la verdad. Apasionante por el recorrido que permite hacer a lo largo de una vida de compromiso, reflexión y acción, permitiendo asomarse a la evolución de su pensamiento al mismo tiempo que la estabilidad de su posición feminista y anticapitalista. Cambian y se amplían los campos de debate, pero se mantiene la fidelidad al compromiso. Acá van algunos fragmentos del final del libro, que a mi entender son algunos de los más lúcidos del libro, sobre lo que es "el común" ese del que tanto se habla y que tan pocos se atreven a definir con precisión:

"La primera lección que tenemos que aprender de estas luchas es el hecho de que el «bien común» es la puesta en común de los medios materiales y supone el mecanismo primordial por el cual se crea el interés colectivo y los lazos de apoyo mutuo. También supone la primera línea de resistencia frente a una vida de esclavitud, ya sea en los ejércitos, los prostíbulos o los talleres clandestinos. Para nosotras, en América del Norte, supone una lección añadida el darnos cuenta de que mediante la unión de nuestros recursos, mediante la recuperación de las aguas y de las tierras, y su devolución al terreno de lo común, podemos empezar a separar nuestra reproducción de los flujos mercantiles que, en consonancia con el mercado mundial, son culpables de la desposesión de tantas personas en otras partes del planeta. Gracias a esto, podríamos desenganchar nuestros modos de vida, no solo del mundo mercantil, sino también de la maquinaria de guerra y del sistema carcelario que sustentan la hegemonía de este sistema. No menos importante sería la superación de la solidaridad abstracta que a menudo caracteriza las relaciones dentro de nuestros movimientos y que limitan nuestros compromisos y capacidad de perdurar, así como los riesgos que estamos decididas a tomar.

(...)

No hay común posible a no ser que nos neguemos a basar nuestra vida, nuestra reproducción, en el sufrimiento de otros, a no ser que rechacemos la visión de un nosotros separada de un ellos. De hecho si el «bien común» tiene algún sentido, este debe ser la producción de nosotros mismos como sujeto común. Este es el signifi cado que debemos obtener del eslogan «no hay comunes sin comunidad». Pero entendiendo «comunidad» no como una realidad cerrada, como un grupo de personas unidas por intereses exclusivos que les separa de los otros, como las comunidades basadas en la etnicidad o en la religión. Comunidad entendida como un tipo de relación, basada en los principio de cooperación y de responsabilidad: entre unas personas y otras, respecto a la tierra, los bosques, los mares y los animales.

(...)

Durante siglos la reproducción de los seres humanos ha sido un proceso colectivo. Suponía el trabajo compartido de familias y comunidades extensas, en las cuales podía confi ar la gente, especialmente en los entornos proletarios, incluso cuando se trataba de personas que vivían solas, y gracias a ello la edad avanzada no iba acompañada de la soledad y la dependencia que experimentan muchos de nuestros mayores. Ha sido el advenimiento del capitalismo el que ha producido la privatización de la reproducción, un proceso que ha llegado a tal extremo que está destruyendo nuestras vidas. Necesitamos cambiar esto si queremos poner fin a la continua devaluación y fragmentación de nuestras  vidas.

(...)

Podemos extraer enseñanzas e inspiración para estos proyectos de las  «feministas materialistas» del siglo XIX, quienes, convencidas de que el espacio doméstico suponía un «componente espacial en la opresión de las mujeres», organizaron cocinas comunales, casas cooperativas, lanzaron llamamientos al control de la reproducción por parte de los trabajadores. Estos objetivos son cruciales para nuestro presente: la ruptura con el aislamiento de la vida en el hogar no es solo una condición básica para la consecución de nuestras necesidades básicas y el incremento de nuestra fuerza frente a los empresarios y el Estado. Como argumenta Massimo de Angelis, también suponen una protección frente al desastre ecológico: no hay duda alguna de las destructivas consecuencias de la antieconómica multiplicación de activos reproductivos y viviendas atomizadas, que hoy en día llamamos casas, que escupen calor a la atmósfera durante el invierno, exponiéndonos a un calor insoportable en verano. Pero sobre todo lo más importante es que no podremos construir una sociedad alternativa y un movimiento fuerte capaz de reproducirse a no ser que redefinamos nuestra reproducción en términos más cooperativos y pongamos punto y final a la separación entre lo personal y lo político, entre el activismo político y la reproducción de nuestra vida cotidiana."

martes, 2 de diciembre de 2014

¿Lucha contra el hambre o contra los hambrientos?

Otro texto de Silvia Federici recogido "Revolución en punto cero". Esta vez analizando el papel de las guerras en el desarrollo del capitalismo en África... y el de las campañas de ayuda humanitaria como aliadas de éste en muchas ocasiones. Polémico pero muy interesante:

"En muchos casos, los objetivos que no se pueden lograr mediante las armas se consiguen gracias a la «ayuda alimentaria», proporcionada por los Estados, Naciones Unidas y diferentes ONG, a menudo a ambos lados del conflicto (como en Sudán, Etiopía y Angola), a los refugiados y a las víctimas de las hambrunas causados por las guerras. La ayuda alimentaria se ha convertido en el componente principal de la máquina de guerra neocolonialista contemporánea y de la economía de guerra generada por ella. Por un lado ha justificado el que otras organizaciones además de la Cruz Roja reclamen el derecho a intervenir en áreas en confl icto para proveer ayuda (en 1988 las Naciones Unidas aprobaron una resolución asegurando el derecho de los donantes a enviar ayuda). Con estos mismos argumentos se justifi có la intervención militar de EEUU/ONU en Somalia en 1992-1993 (operación «Restaurar la Esperanza»). 

Pero incluso cuando no va acompañada de tropas, el reparto de «ayuda alimentaria» en situaciones de conflicto siempre supone una forma de intervención política y militar, ya que prolonga la guerra al alimentar a los ejércitos que están combatiendo (a menudo más que a la población civil), y ayuda a la facción más fuerte ―la que está mejor equipada y puede aprovecharse de la distribución de alimentos― a ganar. Junto con todo esto, la  ayuda alimentaria contribuye al desplazamiento y la reubicación de las comunidades rurales al situar los centros de distribución de alimentos en función de las necesidades de las ONG; también debilita la agricultura local al provocar el colapso de los precios de los alimentos producidos localmente; e introduce un nueva fuente de conflictos: la apropiación de grandes cantidades de alimentos para después venderlos en el mercado local o en el internacional provoca un nuevo motivo para el enfrentamiento y genera una economía de guerra, especialmente en los países que se han visto radicalmente empobrecidos."

jueves, 27 de noviembre de 2014

Un carril, dos carriles, tres carriles...

La verdad es que me ha sorprendido el cambio que ha pegado Madrid este otoño visto encima de la bicicleta. De repente muchas de las calles se han transformado en "ciclo-calles", espacios prioritarios, aunque no exclusivos, para la circulación de bicicletas. Desde hace tiempo la demanda de carriles bici en la ciudad ha sido una de las grandes ignoradas (bueno, entre tantas otras, cierto es), sobre todo al ir frustrándose los sueños olímpicos que decían iban a transformar la ciudad. Así que cuando empecé a ver las calzadas con el símbolo de la bicicleta y la limitación a 30 km/h, lo primero que me vino a la cabeza fue "otra chapuza más de este Ayuntamiento nuestro, con esto se darán por satisfechos diciendo que han apoyado la circulación de bicicletas en Madrid". Sin embargo, a medida que iba circulando por estas vías, que en realidad son las que utilizado siempre aunque antes no estuvieran pintadas, cada vez me gustaba más la idea. Al estar señalizado como espacio prioritario para bicicletas, legitimaba de alguna manera mi presencia y la de tant@s otr@s en medio del mar de coches, sirviendo como aviso aquell@s navegantes motorizad@s que te miran como si fueras un estorbo en esa loca carrera por llegar a quién sabe donde en medio de la ciudad cerrada.

Frente a la demanda de segregación y de espacios delimitados para cada tipo de vehículo, la integración de la bicicleta en el tráfico rodado (que es lo que es, aunque vaya sin motor) supone hacer existir esas otras maneras de moverse en la ciudad, obligando a respetarlas y aprender a manejarse entre diferentes. No es una idea loca, de hecho hay muchos que la defienden frente al modelo del carril-bici. En el fondo, las vías segregadas refuerzan esta imagen de ciclista-estorbo que entorpece el tráfico y al que hay que quitar de en medio.

Pero en nuestra sociedad nos cuesta mucho entrar en esta dinámica de compartir espacios aprendiendo a respetarnos en ellos. Se lleva más lo de separarnos según características, bajo la excusa de que cada cual pueda ir a la velocidad o con lo medios que tenga a su alcance. Sobre todo, que l@s más lent@s no entorpezcan a quienes quieren ir volados, persiguiendo quién sabe qué en medio de un horizonte cerrado. Así nos segregamos en barrios, escuelas, trabajos y ocios, viviendo en la ilusión de que eso es respetuoso con tod@s. Pero no somos conscientes de que estos espacios no son iguales, sino que unos están al servicio de otros. Así, los barrios empobrecidos invisibilizan y atrapan a quienes viven en ellos para que no molesten en las zonas más privilegiadas, igual que los carriles bici quitan de en medio a los ciclistas liberando la calzada para que quiénes sienten necesidad de correr puedan hacerlo sin preocuparse de es@s a l@s que ya no ven, y por tanto no existen.

Así que gracias, Ayuntamiento de Madrid. Por una vez, aplaudo y agradezco vuestra iniciativa. Aunque me da a mí que las razones vuestras no son las aquí expuestas...

martes, 25 de noviembre de 2014

La acción y quien la realiza

Acá van algunos otros fragmentos de "La condición humana", de Hannah Arendt, esta vez sobre la acción, el discurso y la persona que los pone en práctica:

"Mediante la acción y el discurso, los hombres muestran quiénes son, revelan activamente su única y personal identidad y hacen su aparición en el mundo humano, mientras que su identidad física se presenta bajo la forma única del cuerpo y el sonido de la voz, sin necesidad de ninguna actividad propia. El descubrimiento de «quién» en contradicción al «qué» es alguien - sus cualidades, dotes, talento y defectos que exhibe u oculta está implícito en todo lo que ese alguien dice y hace. Sólo puede ocultarse en completo silencio y perfecta pasividad, pero su revelación casi nunca puede realizarse como fin voluntario, como si uno poseyera y dispusiese de este «quién» de la misma manera que puede hacerlo con sus cualidades. Por el contrario, es más que probable que el «quién», que se presenta tan claro e inconfundible a los demás, permanezca oculto para la propia persona, como el daimdo de la religión griega que acompañaba a todo hombre a lo largo de su vida, siempre mirando desde atrás por encima del hombro del ser humano y por lo tanto sólo visible a los que éste encontraba de frente.

Esta cualidad reveladora del discurso y de la acción pasa a primer plano cuando las personas están con otras, ni a favor ni en contra, es decir, en pura contigüidad humana. Aunque nadie sabe a quién revela cuando uno se descubre a sí mismo en la acción o la palabra, voluntariamente se ha de correr el riesgo de la revelación, y esto no pueden asumirlo ni el hacedor de buenas obras, que debe ocultar su yo y permanecer en completo anonimato, ni el delincuente, que ha de esconderse de los demás. Los dos son figuras solitarias, uno a favor y el otro en contra de todos los hombres; por lo tanto, permanecen fuera del intercambio humano y, políticamente, son figuras margínales que suelen entrar en la escena histórica en período de corrupción, desintegración y bancarrota política. Debido a su inherente tendencia a descubrir al agente junto con el acto, la acción necesita para su plena aparición la brillantez de la gloria, sólo posible en la esfera pública.

Sin la revelación del agente en el acto, la acción pierde su específico carácter y pasa a ser una forma de realización entre otras. En efecto, entonces no es menos medio para un fin que lo es la fabricación para producir un objeto. Esto ocurre siempre que se pierde la contigüidad humana, es decir, cuando las personas sólo están a favor o en contra de las demás, por ejemplo durante la guerra, cuando los hombres entran en acción y emplean medios de violencia para lograr ciertos objetivos en contra del enemigo. En estos casos, que naturalmente siempre se han dado, el discurso se convierte en «mera charla», simplemente en un medio más para alcanzar el fin, ya sirva para engañar al enemigo o para deslumbrar a todo el mundo con la propaganda; las palabras no revelan nada, el descubrimiento sólo procede del acto mismo, y esta realización, como todas las realizaciones, no puede revelar al «quién», a la única y distinta identidad del agente.


En estos casos la acción pierde la cualidad mediante la que trasciende la simple actividad productiva, que, desde la humilde fabricación de objetos de uso hasta la inspirada creación de obras de arte, no tiene más significado que el que se revela en el producto acabado y no intenta mostrar más de lo claramente visible al final del proceso de producción. La acción sin un nombre, un «quién» unido a ella, carece de significado, mientras que una obra de arte mantiene su pertinencia conozcamos o no el nombre del artista. Los monumentos al «Soldado Desconocido» levantados tras la Primera Guerra Mundial testimonian la necesidad aún existente entonces de glorificación, de encontrar un «quién», un identificable alguien al que hubieran revelado los cuatro años de matanza. La frustración de ese deseo y la repugnancia a resignarse al hecho brutal de que el agente de la guerra no era realmente nadie, inspiró la erección de los monumentos al «desconocido», a todos los que la guerra no había dado a conocer, robándoles no su realización, sino su dignidad humana."

sábado, 22 de noviembre de 2014

Érase una vez..

Para un día como hoy en el que toca sumar años a la cuenta, nada mejor que volver a detenerse en la infancia de la mano de John Berger en su libro "Un hombre afortunado":

"La irreversibilidad del tiempo es algo de lo que los niños pequeños son plenamente conscientes, aunque el concepto no signifique nada para ellos. Viven con esa irreversibilidad. En la infancia no se dan esas repeticiones inevitables. «Lunes, martes, miércoles. Abril, mayo, junio. 1924, 1925, 1926» representa la antítesis de la experiencia infantil. Nada se repite, lo que, por cierto, constituye una de las razones de que los niños pregunten insistentemente si ciertas cosas van a volver a pasar.

«¿Y mañana me levantaré y desayunaré?» Poco a poco, pasados los seis años, son capaces de responder por sí mismos a esas preguntas y empiezan a esperar que se repitan los ciclos de acontecimientos y a depender de ellos; pero aun entonces, su unidad de medida del tiempo es tan pequeña —su impaciencia, si se prefiere llamarla así, es tan grande— que lo previsto para el futuro inmediato les parece todavía demasiado lejano para cualificar el presente en un grado significativo: su atención sigue centrada en ese presente en el cual están apareciendo constantemente cosas nuevas y constantemente desapareciendo para siempre.


Una de las fantasías más generalizadas entre los adultos es creer que hay segundas oportunidades. Los niños, a no ser que los adultos los convenzan o los sobornen, saben que no existen. La forma en la que necesariamente se entregan a la experiencia imposibilita que puedan considerar esa idea. En los adultos, la creencia en las segundas oportunidades constituye una doblebarrera contra la experiencia. Conforme a ella, no sólo todo el mundo cuenta con innumerables segundas oportunidades, sino que además se diluye, cuando no se destruye, el carácter único de cada acontecimiento. De modo que según pasa el tiempo, o más bien deja de pasar, empezamos a pensar, no sin cierta vacilación, que conocemos el mundo y, basándonos en acontecimientos pasados, nos atrevemos a proponer que el mundo nos debe algo. Los niños no necesitan este tipo de protección.


No la necesitan porque sus propias oportunidades parecen extenderse más allá de lo que son capaces de imaginar. Su tiempo es infinito. Los niños experimentan constantemente un sentimiento de pérdida: éste, como señala Sartre, es el requisito previo para el sentimiento de aventura. Toda separación, por trivial que sea, el final de un juego o de un acontecimiento, representa una pérdida definitiva que ninguna repetición puede reparar. A veces necesitan protestar, y entonces lloran en la esperanza de que se pueda retrasar el momento de la pérdida o lamentando de verdad la desaparición. Y digo que lo lamentan «de verdad» porque la cosa perdida o desaparecida no deja de ser el centro de su atención, al contrario de lo que suele suceder entre los adultos, cuya atención se centra entonces en el estado de privación que imaginan en el futuro. En los niños, el siguiente acontecimiento o interés limita el sentimiento de pérdida. Los niños pequeños tienen un apetito casi insaciable de «lo que viene a continuación», lo necesitan porque lo siguiente, lo que viene a continuación, ocupará el lugar de lo que ha desaparecido irreversiblemente.


Hay otra razón más por la que los niños se recuperan tan rápidamente de una pérdida definitiva. En el mundo infantil no sucede nada fortuito. No existen los accidentes. Todo está conectado con todo lo demás y todo explica todo lo demás. (La estructura del mundo infantil es semejante a la de la magia.) Así, para el niño, una pérdida nunca carece de sentido, nunca es absurda ni, sobre todo, innecesaria. Para el niño, todo lo que sucede es una necesidad."

miércoles, 19 de noviembre de 2014

El apartheid de la inmigración

Acá va un texto escrito por Silvia Federici en 1999, cuando en nuestro país se empezaba a hablar del tema de la inmigración, señalándolo de manera muy clara en su esencia. Es parte de los textos recogidos ahora en "Revolución en punto cero".


"Este movimiento migratorio de proporciones bíblicas, que supone un aspecto estructural del nuevo orden económico y que es inherente a la globalización del mercado de trabajo, evidencia la manera en la que se ha reestructurado la división internacional del trabajo. Y demuestra que la crisis de la deuda y el «ajuste estructural» han creado un sistema de apartheid global.

(...)

No es casual que la salida de los mismos se vea regulada por un sistema similar de pases y restricciones, lo que garantiza que los inmigrantes se ven doblemente devaluados en los países de llegada, como inmigrantes y como trabajadores no documentados. Al introducir las restricciones que hacen que los trabajadores inmigrantes estén indocumentados, la inmigración se usa como método para reducir el coste de la mano de obra. Porque solo si los inmigrantes están social y políticamente devaluados pueden ser utilizados para contener las exigencias de la clase obrera local."

sábado, 15 de noviembre de 2014

Poder, poderes y tiempos

Bueno, tras unas cuantas entradas reactivas al proceso de consolidación de Podemos, he decidido recoger de manera más fluida diversos artículos y reflexiones que en mi opinión ayudan a avanzar en los debates que están apareciendo a lo largo de las últimas semanas. Algo a seguir completando, seguro, en próximas semanas y meses...



 

lunes, 10 de noviembre de 2014

De lo público y lo privado, según Arendt

Acabo de terminar de leer el muy interesante pero al mismo inabarcable, por lo menos para mí, a la hora de resumir, "La condición humana", de Hannah Arendt, en el que repasa las cosas que hombres y mujeres somos capaces de hacer, clasificándolas en tres dimensiones: labor, trabajo y acción. Como he dicho, no soy capaz de aportar una síntesis medianamente decente que recoja la profundidad de este ensayo, pero al menos sí que quiero compartir algunos pasajes que me han llamado la atención. Acá van algunos sobre el mundo común y las dimensiones públicas y privadas:

"Vivir juntos en el mundo significa en esencia que un mundo de cosas está entre quienes lo tienen en común, al igual que la mesa está localizada entre los que se sientan alrededor; el mundo, como todo lo que está en medio, une y separa a los
hombres al mismo tiempo.


La esfera pública, al igual que el mundo en común, nos junta y no obstante impide que caigamos uno sobre otro, por decirlo así.


(...)

Bajo las condiciones de un mundo común, la realidad no está garantizada principalmente por la «naturaleza común» de todos los hombres que la constituyen, sino más bien por el hecho de que, a pesar de las diferencias de posición y la resultante variedad de perspectivas, todos están interesados por el mismo objeto. Si la identidad del objeto deja de discernirse, ninguna naturaleza común de los hombres, y menos aún el no natural conformismo de una sociedad de masas, puede evitar la destracción del mundo común, precedida por lo general de la destrucción de los muchos aspectos en que se presenta a la pluralidad humana. Esto puede ocurrir bajo condiciones de radical aislamiento, donde nadie está de acuerdo con nadie, como suele darse en las tiranías. Pero también puede suceder bajo condiciones de la sociedad de masas o de la histeria colectiva, donde las personas se comportan de repente como si fueran miembros de u n a familia, cada una multiplicando y prolongando la perspectiva de su vecino. En ambos casos, los hombres se han convertido en completamente privados, es decir, han sido desposeídos de ver y oír a los demás, de ser vistos y oídos por ellos. Todos están encerrados en la subjetividad de su propia experiencia singular, que no deja de ser singular si la misma experiencia se multiplica innumerables veces. El fin del mundo común ha llegado cuando se ve sólo bajo un aspecto y se le permite presentarse únicamente bajo una perspectiva.

Con respecto a esta múltiple significación de la esfera pública, la palabra «privado» cobra su original sentido privativo, su significado. Vivir una vida privada por completo significa por encima de todo estar privado de cosas esenciales a una verdadera vida humana: estar privado de la realidad que proviene de ser visto y oído por los demás, estar privado de una «objetiva» relación con los otros que proviene de hallarse relacionado y separado de ellos a través del intermediario de un mundo común de cosas, estar privado de realizar algo más permanente que la propia vida. La privación de lo privado radica en la ausencia de los demás; hasta donde concierne a los otros, el hombre privado no aparece y, por lo tanto, es como si no existiera. Cualquier cosa que realiza carece de significado y consecuencia para los otros, y lo que le importa a él no interesa a los demás."


lunes, 27 de octubre de 2014

Fuera l@s de siempre

Un texto urgente y necesario, que no se os olvide que en estas dinámicas de "asalto a lo institucional" se vuelven a ver fuera l@s de siempre...

Historiador


(...)

No es aventurado afirmar que el horizonte de creación de relaciones distintas al capitalismo ha retrocedido en el curso de estos dos últimos años. Y que, pese al desvanecimiento a nivel social de la perspectiva de crecimiento de bienestar continuo y acumulativo, no hemos sido capaces de generar más allá de la anécdota realidades alternativas en alianza material con los sectores sociales más desfavorecidos.

Pero lo que sí se ha producido ha sido un desplazamiento reivindicativo hacia los intereses de los sectores sociales cuya apuesta vital se formuló en los años de la bonanza económica –con los que la nueva generación de lucha post-15M coincide en retrato sociológico–, abundándose en temas como la ineficiencia y desfachatez de la tecnoburocracia –sea esta la administradora del engranaje económico o político–, a quien se señala como directo culpable por mala gestión. Tan pacato discurso sólo ha de formular políticas realistas de control desde el propio aparato regenerado para que todo vuelva a ser lo que algunos quisieron soñar que fue y, además, recoge buenos frutos en los comicios.

El axioma del “menos es más” con el que se daban los primeros pasos hacia un empequeñecimiento militante de las necesidades, en consonancia con las posibilidades planetarias y concordante con quienes menos tienen, es a todas luces menos vendible que la idea de crisis como estafa; que sí, hay dinero para todo lo que soñamos tener, pero que se lo quedan los falsarios.

A pesar de las urgencias de la “hipótesis instituyente”, la creación de otras realidades de lucha y de relación fuera del capitalismo en armonía con los intereses materiales de los sectores más desposeídos se plantea como una senda intrincada en la que el impulso emancipatorio deberá creer en el tiempo lento y propio. Y deberá desprenderse de demasiados hábitos y condicionamientos culturales y económicos, que pesan sobre sus actuales apuestas y comportamientos. Un viaje sin retorno acorde con un declinar en las necesidades y con objetivos y lenguajes lejanos a la grandilocuencia universitaria e izquierdista, que actualmente le vuelven a retratar.

martes, 21 de octubre de 2014

No estamos a la altura

O al menos yo. Eso es lo que me queda claro tras haber seguido en la distancia la Asamblea de Podemos de este fin de semana. El objetivo es asaltar los cielos, y parece que eso sólo se puede hacer siguiendo las directrices de quienes han armado este nuevo juguete político. O ahora o nunca, o conmigo o sin mi, o me seguís el juego o me llevo la pelota...

Sinceramente, lo mismo soy víctima de la manipulación de esos medios que parece que sólo viven de descreditar al nuevo mesías (no hablo de La Razón, no, sino de eldiario.es); y es verdad que no he estado en Vistalegre escuchando todo lo que allí se dijo. Pero determinados mensajes me hacen sentir que nos tratan como menores de edad, y lo que es más grave, que algunos no se fían ni un pelo de la gente, por mucho que digan lo contrario, y por eso fuerzan dicotomías que no tienen por qué ser tales, y se esconden tras el farol de "la transición fue toda un engaño" para señalar el consenso, algo que por sí misma es la mejor de las opciones, como un regalo envenenado.

¿Por qué quienes se ofrecen para representar a tantos y tantas se esfuerzan continuamente por aislarse y marcar diferencias con otros compañeros de camino? ¿Por qué empujar tan fervientemente para que un monopolio se haga con las riendas absolutas del proyecto, señalando que los perdedores del proceso deben retirarse de la primera línea? ¿Al servicio de quién se está? ¿De la propia idea construida de manera aislada o de la propuesta política que se consiga armar en común? ¿Nos quieren para hacer algo más que votar?

Cabreado por todo esto, he decidido inscribirme para participar en la votaciones, teniendo claro que quiero apoyar la propuesta de "Sumando Podemos". Y cual ha sido mi sorpresa, que he encontrado que como este equipo sólo ha presentado una propuesta organizativa, tenía que votar otras dos propuestas, política y ética, pero que de ninguna manera podía ser la de Mr. Iglesias y su camarilla, que pese a lo anteriormente dicho me parecen muy interesantes. O se les vota en sus tres propuestas, o no se les puede votar en ninguna. "O ahora o nunca, o conmigo o sin mi, o me seguís el juego o me llevo la pelota..."

Total, que he empezado a echar un ojo a lo que otros equipos proponen a estos niveles ético y político, pero hay tantas y tan variadas que me he sentido bastante estúpido y perdido. Quizás es lo que pretenden los profes de la Complu, que te quede claro ese mensaje si no les apoyas a ellos.

Hay muchas maneras de ganar, no todo vale...


lunes, 13 de octubre de 2014

17O - Pensar, Decidir y Actuar Juntxs contra la Extrema Pobreza

Como ya es tradición por estas fechas, acá cae la convocatoria para el 17 de Octubre, Día Mundial para la Erradicación de la Extrema Pobreza. A ver quién se anima...

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Cartel 17octDesde la EAPN Madrid,  el Movimiento ATD Cuarto Mundo España y la Parroquia San Carlos Borromeo convocamos a
todas aquellas personas y colectivos implicados (o con ganas de implicarse) en la lucha contra la pobreza a conmemorar el
Día Mundial para la Erradicación de la Extrema Pobreza.
 
Para ello os invitamos a participar en la Jornada que bajo el título
 
“NO DEJAR A NADIE DE LADO.
PENSAR, DECIDIR Y ACTUAR JUNTOS CONTRA LA EXTREMA POBREZA”
 
tendrá lugar el próximo
viernes 17 de octubre de 10-18 h,
en la Parroquia de San Carlos Borromeo (C/ Peironcely 2, Entrevías, Madrid).
 


¿Por qué celebrar el 17 de octubre?

Porque aunque pocas veces se les reconoce, las personas que viven en extrema pobreza luchan activamente frente a ésta y por la defensa de los Derechos Humanos. Este Día Mundial es un reconocimiento a sus esfuerzos diarios y a su compromiso en la lucha por la dignidad de todas las personas. Al proponer un espacio de encuentro y trabajo conjunto entre personas de diferentes medios sociales, queremos experimentar en esta jornada que  el cambio es posible si ponemos los medios que permitan que sumemos los saberes y capacidades de unos y otras. Estamos convencidos de que esta es una clave fundamental para conseguir avanzar hacia la erradicación de la miseria.

¿Cuál es la clave de nuestra propuesta?

Las personas que viven y resisten día a día a la extrema pobreza y la exclusión no son tomadas en cuenta por la mayoría de los actores políticos y sociales, como si no tuvieran nada que aportar. Sin embargo, ellos poseen un conocimiento y una práctica que son esenciales si queremos construir una sociedad más justa. Por eso apostamos por buscar los medios para que sea posible su participación efectiva. De esta manera, todos ganamos.

¿Qué es lo que proponemos?

Una jornada en la que, a través de la metodología del Cruce de los Saberes,  podamos trabajar de manera práctica sobre las condiciones que permiten el reconocimiento y la lucha conjunta entre personas en situación de pobreza y otras que no lo están. De esta manera pretendemos que esto pueda ser el arranque de una dinámica de trabajo conjunto entre personas en situación de pobreza y otros grupos y colectivos que continúe en los próximos meses.
Pinchando aquí podéis consultar el Programa de la Jornada.

¿Quién pueden participar?

Todos y todas estáis invitados a participar, ya que esta jornada pretende ser un espacio de encuentro, dialogo y formación conjunta entre personas con distintas experiencias de vida, aportando cada una su saber y práctica, sea de tipo profesional, académico, experiencial, etc. Por supuesto, la participación es gratuita, pero para poder organizar mejor el encuentro pedimos a toda persona que esté interesada que rellene previamente el formulario de inscripción.

¿Es necesaria alguna preparación previa?

Nos parece que es importante que todos y todas nos preparemos individual o grupalmente para que luego el diálogo sea más rico el día 17 de octubre. Por eso proponemos que cada participante prepare individualmente y en grupo a partir de su experiencia de la pobreza, sea cual fuere, contestando las preguntas que aparecen en el siguiente documento:

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Más información en https://17octubre.wordpress.com

viernes, 10 de octubre de 2014

Música y luz

No sé, no me acuerdo de cómo llegó a mis oídos por primera vez Joao Afonso. Pero desde entonces se ha convertido en uno de mis artistas fundamentales, especialmente cuando necesito un poco de luminosidad íntima. 

Un regalo como pocos...




Muchas gracias, Sr. Rodriguez


En la primera rueda de prensa tras conocerse la infección por Ébola de Teresa Romero, alguien avispado debía haber que decidió que lo mejor era esconder al consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid, el excelentísimo Sr. Don Javier Rodriguez. Con buen tino, pensó que era más útil esconderse tras la torpeza evidente de la ministra, apoyada en la dinámica de silencios y respuestas vagas y distantes en las que su querido jefe Mariano es un auténtico experto. Efectivamente, acertó. Porque cuando el Sr. Rodriguez ha decidido sacar la cabeza y abrir la boca, de manera reincidente, además (se ve que cuando se lanza, no hay quien le pare, debe ser de la quinta del ministro de educación), el verdadero problema aparece de manera evidente ante nosotrxs.

Porque hay problemas importantes que han quedado de manifiesto en estos pocos días, aunque muchos vuelven a ser actualizaciones de déficits ya conocidos de nuestro gobierno: incapacidad, improvisación, opacidad, escapismo, nula asunción de responsabilidades...

Y en esas podríamos estar, discutiendo de cuál de esos problemas es más grave, si no fuera porque el Sr. Rodriguez ha saltado a la palestra para encarnar de manera diáfana cuál es la tragedia de fondo en este asunto: la absoluta falta de respeto por la vida y las personas, que son utilizadas como kleenex a conveniencia cuando se las necesita y arrojadas como desechos cuando ya no hay nada más que sacarles (o incluso buscando sacar rentabilidad al deshacerse de ellas).

Con razón se recuerda también que hay muchas otras personas en el continente africano muriendo por esta y por muchas otras enfermedades, la mayoría de ellas evitables, y que en torno a ellas no se movilizan tantos recursos ni apasionadas defensas como en torno al perro de Teresa Romero. Pero es ahí donde el Sr. Rodriguez vuelve a aparecer para igualar la situación de una y otros, para dejar en evidencia que sus vidas le traen al pairo, al igual que su dignidad, y que lo único que le interesa es ver cómo salir del paso sin verse salpicado por la realidad.

Hay que dar las gracias al Sr. Rodriguez, sí. Porque esta manera de ser y estar en el mundo no es exclusiva de él, aunque muchos de sus compañerxs la escondan. Pero a poco que se rasque es evidente que esta actitud es muy representativa de quienes nos gobiernan en este momento.

Porque parece que les trae al pairo que casi un millón de personas se hayan quedado sin asistencia sanitaria por el hecho de haber nacido en otro país y no haber conseguido regularizar aquí su situación. Esto se ha cobrado muchas vidas, algunas de ellas de manera muy evidente, y además no se ha conseguido explicar cuáles han sido los beneficios que se han conseguido con esta decisión. Pero total, les da igual dejar a toda esa gente desasistida. Mientras se pueda agitar la bandera de la inmigración como problema, aunque sea mintiendo, todos tranquilos.

También les traen al pairo las personas africanas afectadas por el Ébola que tan alarmante es que sufra un europeo. Por eso la idea de, en vez de traer a los misioneros, mandar un hospital de campaña para atenderles donde se encontraban así como a lxs demás afectadxs en la zona, les debió parecer absurda. Y por eso dejaron fuera del avión a una monja infectada, pero que no tenía la suerte de ser española. Eso sí, cuando días después otro misionero estaba ya en fase terminal y ella había superado la enfermedad, bien que se la trajo a España, en ese momento sí, en un viaje mucho más enrevesado que el anterior, para poder extraerle suero que poder usar como tratamiento.

O ahora que se evidencia la falta de formación recibida por el personal para el tratamiento de estos casos, y la desconfianza y el miedo aumentan, la salida que encuentran es el aprovechar la precaria situación laboral de la gente para contratar enfermeras de manera temporal para dedicarse a estas tareas. ¿Cómo van a decir que no? ¿Qué plan de formación hay para estas profesionales de manera que puedan asumir sus responsabilidades, que pueden llegar a a ser muy complejas?

Y así con tantos otros ejemplos tan evidentes a lo largo de estos días. Ningún respeto, ninguno, por quién está sufriendo. La única preocupación es la de salvar el propio trasero. Ni más, ni menos.

Gracias, Sr. Rodríguez, muchas gracias una vez más. Es usted tan absurda y evidentemente inmoral y miserable que no deja lugar a dudas de como funcionan ustedes. Porque a día de hoy, nadie de su entorno le ha descalificado. Será porque aunque las formas varíen, en el fondo deben estar ustedes todos de acuerdo.

P.D. Hay miles de artículos y escritos muy interesantes, pero acá van los dos últimos que he leído y que me parece de lo mejores:

http://www.actasanitaria.com/ebola-cuestiones-basicas/ de Gervás.

http://repunomada.blogspot.com.es/2014/10/rindamos-un-homenaje-publico-las.html muy necesaria perspectiva de parte de J. Repullo

lunes, 6 de octubre de 2014

Las gentes en marcha (II)

Se puede estar más o menos de acuerdo con las reflexiones de Tomás Rodriguez Villasante, pero lo que no se puede negar es que su pensamiento es tremendamente estimulante y necesario en estos momentos. Una constatación personal de esto ha sido la presentación de su últimos libro, Redes de vida desbordantes, en el que espero poder sumergirme en los próximos meses.



Uno de los aspectos más sugerentes de esta presentación es cuando se contrapone al ya manido concepto de "empoderamiento" otros dos términos que explican por si mismos el porque el anterior genera ciertas resistencias y dudas en algunos ámbitos. Por un lado, se habla del Poderío Social, señalando la importancia de la dimensión abiertamente colectiva de estos procesos, y por otro se señala un término sencillamente genial por su potencia expresiva: el Emponderamiento. Porque el reto no es ganar poder en sí mismo, el aumentar las posibilidades de cada uno de hacer y alcanzar objetivos de desarrollo personal o social, sino el promover la capacidad de asumir nuestra responsabilidad frente al mundo en el que vivimos. La ponderación, todo un valor a (re)descubrir y por el que luchar.

Esto me lleva a conectar con los diferentes arreones que venimos dando desde muchos lados en torno a la necesidad de abordar un proceso constituyente en España. Se trata de una propuesta clara y lógica frente a la evidencia de la nula sostenibilidad del régimen actual sobre bases democráticas, coherente con la dinámica de luchas de los últimos años. Y, sin embargo, supone un salto que corre el riesgo de construirse sobre el vacío, atraídos por el canto de sirenas de la utopía por venir, si no prestamos atención a la necesidad de que existan estructuras de lo común que lo pueden sostener de manera efectiva.

En este sentido es muy interesante el diálogo que se estableció con Silvia Federici en uno de los encuentros celebrados con ocasión de su última visita a nuestro país. En él, la autora del imprescindible "Caliban y la bruja" apuntaba, a partir de su experiencia de compromiso en diferentes luchas en los EEUU y otros lugares del mundo, cómo el campo de la institución política y representativa podía terminar entrampando iniciativas surgidas desde bases en principio bastante sólidas. Apunta así a que el objetivo primordial debe ser la la generación de las bases de lo común, de estructuras que nos permitan encontrarnos, compartirnos, construirnos colectivamente, sin quemar esta etapa para entrar en instituciones que considera irreformables, porque fueron creadas como garantes y sostenedoras del sistema actual.



Me parece una reflexión realmente necesaria, la verdad, en estos momentos en los que las cosas van tan rápido y al mismo tiempo tan despacio, en los que dan ganas de pisar el acelerador y aprovechar todas las oportunidades posibles para avanzar. Pero ¿cómo compatibilizar esa prisa con el tiempo necesario para poder vivir de manera real y profunda una (re)construcción colectiva de lo que somos y hacemos juntos? Es fundamental que podamos articular estas dos dimensiones, vivir y hacer, así como discurso y práctica, como razón y emoción. Pero en estos momentos en que hay razones de sobra, en los que vamos articulando discursos potentes y con impacto social importante, como demuestra el ejemplo de Podemos, mientras hay tantas cosas por hacer... ¿Cómo permitirnos al mismo tiempo construir desde la vida compartida, desde lo afectivo, más allá de los sentimientos de rechazo e indignación por lo que no queremos, abriéndonos a la solidaridad piel con piel?

Es cierto que todo esto se viene dando, y de hecho ha sido parte fundamental de lo que ha cambiado en nuestra manera de ser juntxs en los últimos años. Pero en estos tiempos de prisa y urgencias, de sentir la necesidad de cambiarlo todo y ya, me parece que estas prácticas, estos sentires y compartires están en peligro. Y sin ellos, poco de lo que consigamos merecerá la pena. No hay más que asomarse a la historia de los movimientos de lucha de tiempos pasados, más cercanos o lejanos. Su potencia principal provenía de la capacidad de compartir vida y compromiso. Por eso consiguieron avanzar, en cercanía, en solidaridad, desde el trabajo conjunto en la fábrica o desde las relaciones cotidianas de vecindario. Estar juntos, caminar juntos compartiendo las viandas del camino con quien nos toca como compañero de camino. Una dinámica reactivada en apuestas como la de la PAH, y que son buena razón de su potencia y éxito.

En realidad, no se trata, ni más ni menos, que de entregarse a estas redes de vida desbordantes que quiere tratar de sistematizar Villasante.

¿Estamos dispuestos?

viernes, 3 de octubre de 2014

Sólo desde abajo se puede construir la diversidad


Ahora que se están dando tantas iniciativas políticas que se venden como de nuevo cuño, merece la pena asomarse a recordar lo que nos han enseñado algunxs maestros de la construcción colectiva, como en este caso los zapatistas...




Profesora del Iteso y directora del documental Las preguntas del caracol / Investigadora de Ciesas, México 
El mes de agosto pasado marcó el 20 aniversario del primer acercamiento que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en el Estado de Chiapas, México, sostuvo con organizaciones y movimientos sociales. El encuentro entre una estructura político-militar rebelde con miles de civiles en medio de la selva Lacandona marcó un nuevo impulso político a la idea de que era posible existir al margen, tanto de la real politik de los partidos, como de los grupos cuyos orígenes se nutrían del vanguardismo marxista.

La Primera Declaración de la Selva Lacandona del EZLN fue la declaración de guerra de un pueblo que sufría el despojo de 500 años. Un pueblo que moría de hambre y enfermedades curables, sin un techo digno, ni tierra, ni trabajo, ni salud, ni alimentación, ni educación, ni democracia, ni justicia, ni paz.

En la Segunda Decla­ra­ción de la Selva Lacan­dona, el interlocutor ya no era el Gobierno. En ella se invitaba a la sociedad civil a participar en el primero de muchos encuentros para pensar juntos una “nueva cultura política”. Más allá del contenido y los acuerdos lo­grados en aquella Convención Na­cional Democrá­ti­ca (CND), recordamos el evento por los principios de una ética propia del zapatismo y por las diversas formas de hacer política que convergían por primera vez en aquel recinto llamado Aguasca­lientes, cerca de la co­munidad indígena tojolabal de Gua­dalupe Tepeyac. El encuentro sintetizó la apuesta por la transformación social desvinculada del Estado y sus instituciones, a partir de procesos colectivos de diálogo, cuestionando el racismo que permea la sociedad mexicana y haciendo énfasis en el proceso mismo de la acción política. Estos imaginarios políticos tangibles nos interpelan desde hace dos décadas al inyectar un aire fresco en las recetas arraigadas de la izquierda ortodoxa del continente. Y al encontrar salidas novedosas al aparente callejón sin salida entre el llamado reformismo –léase una apuesta institucional– o la revolución –léase la vía armada–.

Veinte años después, la memoria del evento nos invita a preguntarnos sobre un desafío común para cualquier movimiento rebelde de largo aliento. ¿Cómo mantener el dinamismo activo y una capacidad de renovación que trasciende los límites enmarcados por su propio habitus? ¿En qué se podía transformar el zapatismo a dos décadas del levantamiento del 1 de enero de 1994, y a tres décadas del inicio de los procesos organizativos clandestinos en Chiapas?

Las posibilidades eran muchas. En Latinoamérica, después de un periodo prolongado de lucha, algunos movimientos sociales y organizaciones político-militares han optado por transformarse en partidos políticos para así intentar detonar cambios sociales mediante la vía institucional. Recordemos como ejemplo los casos de los sandinistas en Nicaragua o el M19 en Colombia. Sin embargo, el EZLN lleva al zapatismo hacia el vértigo de lo contrario.


La Escuelita

Encontramos la respuesta en dos decisiones políticas que se dan aparentemente como procesos paralelos, pero que convergen en sus efectos. La primera, la llamada Escuelita Zapatista, en la que los municipios autónomos zapatistas invitan a individuos comprometidos a conocer de cerca el quehacer político implícito en la vida ­cotidiana de las comunidades autónomas zapatistas. Van a la milpa, a cortar café, a preparar alimentos en el fogón, caminan por el monte y a la par, conversan con sus ‘maestros’ en un intercambio de teorizaciones políticas sobre su ejercicio. La Escuelita representa una apuesta por la transformación colectiva desde abajo y desde lo cotidiano, un aspecto pedagógico implícito en el quehacer político del zapatismo, un caminar preguntando como el principal impulso a seguir ampliando el sujeto político colectivo que podemos ­llegar a ser-haciendo.

La segunda respuesta fue la “muerte” de Marcos y su revelación como una ‘botarga’ construida para los medios de comunicación. El EZLN opta por silenciar su portavoz y darle una especie de muerte a su figura más emblemática, para cuestionar nuestra necesidad de caudillos carismáticos, para invitarnos a girar el oído hacia abajo, hacia cada uno de los habitantes de las comunidades y para mirarles de frente como lo que siempre han sido, una lucha indígena. Así, de la muerte de esa ‘botarga’ de piel blanca emerge el ahora Subcomandante indígena Moisés.

Reafirmación ética

En estas dos decisiones el EZLN rea­firma su ética política y apuesta por la interlocución con una generación de movimientos sociales que no buscan “ni dirigirles, ni someterse a ellos”. El EZLN no busca tomar el poder porque el poder de ejercer la acción política ya se tiene. El poder político de ‘arriba’ homogeneiza a los de ‘abajo’ como si todos fuéramos iguales, como si todos quisiéramos lo mismo, pero no es así.

Y en México, si alguien ha dejado eso claro, son los pueblos indígenas. Por ello, el EZLN apuesta a que lo político no esté arriba, que lo político se construya día a día desde abajo, porque sólo desde abajo se puede construir la diversidad, y la diversidad no puede existir más que en la autonomía.
En algún momento dado, a estas mismas decisiones se enfrenta todo movimiento social que permanezca: asumir los roles conocidos o inventar nuevas formas de hacer política, para poder seguir construyendo desde abajo, desde la diversidad y desde la autonomía.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Maestro armónico

Mi primer concierto de jazz fue una experiencia llena de sorpresas. Pero una de las más grandes y que más han perdurado ha sido el descubrimiento de lo mucho que se puede hacer con un instrumento tan pequeño y de aparente poco relumbrón como es la armónica. Y es que Antonio Serrano es capaz de hacernos viajar hasta sitios insospechados... Un auténtico genio






lunes, 29 de septiembre de 2014

Las gentes en marcha (I)

Hacía mucho tiempo que no devoraba un libro como me ha ocurrido con "Anatomía de un instante", de Javier Cercas. Con un planteamiento muy atrayente y un enfoque original, además de muy bien escrito, se lanza a revisar el intento de golpe de estado del 23-F revisando algunas de sus principales figuras a través de un juego muy bien trenzado de preguntas y reflexiones en las que es fácil quedar atrapado.

Quizás uno de los elementos que más me ha atraído del libro es que, frente a la construcción propia que he ido haciendo de ese hecho histórico a partir de lo escuchado y visto a lo largo de toda mi vida, muchas de estas estructuras se caen por su propio peso presas de un análisis concienzudo de hechos y datos. Es tremendo comprobar cómo recreamos y reconstruimos la historia a posteriori, como señala el autor nada más comenzar el libro al comentar que la gran mayoría de quienes eran adultxs en esa época se recuerdan viendo en directo las imágenes del Parlamento tomado por la guardia civil, aunque esas imágenes no se difundieron hasta mucho después.

En ese sentido el libro enlaza con las diferentes reflexiones que desde hace tiempo se plantean en torno a la construcción de la "cultura de transición" como artefacto que ha permitido establecer un consenso en torno a unos mitos fundacionales. Así, por ejemplo, resulta muy interesante comprobar cómo, frente a la idea de un golpe de estado llevado a cabo por algunos militares extremistas, en realidad desde meses antes del mismo se fue conformando un sustrato en el que éste se apoyo, y al que todos (o casi todos) colaboraron, aún sin ser conscientes de ello.

Pero al mismo tiempo que el libro desenmascara algunos de estos mitos y construcciones, termina reforzando otros, especialmente al poner en primer y casi exclusivo plano a los que han sido considerados como protagonistas de los procesos políticos de estos años: Suárez, Carrillo, Gutiérrez Mellado, etc.

De esta manera, el libro analiza los comportamientos de los grandes personajes de ese momento, sin los cuáles parece que nada de lo que acontenció en aquellos años hubiera sido posible. No voy a entrar en juzgar el papel de estos actores estelares de la transición, pero sí que me parece fundamental señalar cómo se sigue olvidando e invisibilizando a quienes desde un plano menos público pero no por ello menos importante lucharon también por el cambio de sistema político: los y las vecinxs comprometidxs en sus barrios, con sus gentes; los y las jóvens que buscaban nuevas alternativas críticas al sistema (muchxs de lxs cuales terminaron siendo desactivadxs a partir de la introducción de la droga en los barrios más populares); los padres y las madres que trabajan por hacer posible un futuro diferente para sus hijxs, con justicia, libertad y dignidad. Y como ellxs tantas y tantas personas...

En el libro, de hecho, se juzga con bastante severidad el que apenas no hubiera respuesta ciudadana al golpe de estado. El autor no entra a analizar, como si hace con las grandes figuras de primera línea, los porqués, las cuestiones de fondo y de forma que hicieron que esto fuera así. Simplemente pone en evidencia la ausencia de movilización social en esa jornada concreta. Está claro que profundizar en las razones de todas estas gentes que citaba anteriormente llevaría a una obra inabarcable, como la vida misma. Pero al mismo tiempo, este juego de grandes protagonistas con el pueblo espectador al fondo no hace más que hacerle el juego a quienes pretender el poder sólo para ellxs.

Y no es así. Las gentes se mueven y se paran, se hablan y se escuchan, ponen en marcha procesos de lucha y transformación que son los que luego hacen posible  (o imposible) nuevos proyectos apadrinados por estas grandes figuras.

A estas gentes es a las primeras que hay que estudiar para entender mejor nuestro mundo, rindiendo homenaje a sus esfuerzos y apuestas. Por eso son tan interesantes proyectos de recuperación de estas historias de luchas, como por ejemplo la de los movimiento vecinales y la de un distrito popular como es Tetuán.

martes, 23 de septiembre de 2014

De esta crisis no se sale

Tiene una gran habilidad Antonio Baños para señalar con agudeza y humor algunas de las principales fallas de este sistema en el que vivimos inmersos. Por eso hay que leer artículos como este aparecido en Diagonal:


El paisaje que queda

Dicen que crisis significa en griego antiguo ‘oportunidad’. Por lo tanto, la crisis que nace con la quiebra de Lehman Brothers no es, en esencia, una desgracia sino una gran oportunidad. Personal y social. Un chollo, una suerte, una chamba que el capitalismo nos ha regalado para que nosotros, ya se lo imaginan, nos reinventemos.

Ése fue y aún sigue siendo parte del relato mágico con el que las autoridades y muchos creadores de sentido justificaron lo que era injustificable: un colapso generalizado de los instrumentos de control de la codicia, un desinterés que roza el genocidio hacia la dignidad de los trabajadores, las personas y el planeta, y una constatación fehaciente de que el feudalismo vuelve a ser considerado como el más sólido y razonable de los sistemas políticos.

El relato mágico, sin embargo, sigue su curso. En 2009, Sarkozy ya anunció la refundación del capitalismo y a fe mía que dicha refundación funciona a la perfección. Muchos creyeron entonces que Sarkozy se refería a un retorno a los viejos valores de control keynesianos con una Tasa Tobin generalizada y la reimplantación de legislación similar a la Glass-Steagall para control de la dimensión de las entidades bancarias. Otros pensaron que la refundación vendría del nuevo capitalismo tecnológico, más amable y desencorbatado que multiplicaría los ‘silicon valley’ por todo este valle de lágrimas que es el mundo.

Y, sin embargo, el cuento de la refundación ha ido en sentido contrario. Punto uno. Esto no es una crisis, no es un momento, no es una oportunidad. No es un lugar del que se sale. Es el paisaje que queda. El capitalismo de después de 2008 no constituye una anomalía sobre el capitalismo de las burbujas de 1992, 1998, 2000 y 2001. Constituye su parada términi. El mundo que se está configurando durante estos años se caracteriza por la definición general de la globalización como mercado maduro. O dicho de manera más simple, que el crecimiento como concepto motor/ideológico de la sociedad queda en suspenso. No abolido, no corregido. Queda latente. El capitalismo sin crecimiento pero con una infinita creación de riqueza monetaria es, y cada vez queda más claro, una forma de tiranía.

Y hacia allí vamos.

La refundación iniciada en el 2009 incluye exclusión de los mecanismos de ascenso social de clases medias y populares a través del control férreo de las instituciones que lo permitían, básicamente las educativas y las de representación política.

El capitalismo refundado incluye una sustitución del bienestar por el entretenimiento. Del debate por el ocio. Una masiva anulación de cualquier referente que pueda generar organización social a favor de una narcisismo cosmopolita que anula la lucha local.

El nuevo capitalismo, que está puliendo su chapa y abrillantando su pintura, será más invisible, inodoro e omnisciente que el actual. Pero más férreo y cruel.
De esta crisis no se sale. La crisis no es una foto, es el paisaje entero.
Debe, pues, quedarnos bien claro a la hora de imaginar y construir resistencias. Debemos entender que las armas del inmediato pasado no nos sirven. No nos sirve la urgencia ni la improvisación. Y como esto va a ser así a partir de ahora, acomódense en sus puestos de combate. La lucha sigue, con otros medios y lenguajes. Con nuevos actores y reparto.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Inmersión conjunta

Nunca me había atraído el mar, la verdad, salvo en la distancia, como imagen de fondo, como horizonte en el que dejar reposar sueños y conversaciones. Desde pequeño la sal y la arena conformaron una extraña pareja que me hacía reticente a dejarme llevar por el oleaje.

Nunca me había atraído hasta que me dejé hacer el lío y me encontré haciendo un curso de buceo. Ahí la cosa cambió. Vaya si cambió. Porque esto dio paso  a la posibilidad de descubrir un nuevo mundo, junto con una nueva manera de moverme en él, con unas claves muy concretas que te impiden (necesidad obliga) olvidarte de ese sueño de individualidad extrema en el que la sociedad nos sumerge.

Bajo el agua, amarrado a una botella que al regalarte aire te abre a un mundo casi infinito de vida, la apuesta por explorar es compartida, como mínimo en pareja. Eso implica prestar atención al compañero/a, establecer una alianza, confiar y comunicar de manera que ninguno quede abandonado a su suerte. Así, de repente, el ritmo y la duración de la expedición debe adecuarse a quien tiene menos facilidad o recursos bajo el agua. Se hace necesario que el fuerte se ponga a la escucha del débil, o más bien que las fortalezas de cada uno se pongan a disposición de las debilidades del compañero/a.

Todas mis inmersiones las he realizado con María, compañera dentro y fuera del agua. Al tener movilidad reducida en las piernas, de primeras eso se presenta como una limitación. Sin embargo, este verano hacíamos memoria de la cantidad de veces y lugares en los que hemos encontrado a personas más expertas que nosotras dispuestas a investigar a nuestro lado y encontrar la mejor manera posible de hacer y moverse. Aunque, como siempre, también ha habido excepciones.

En el primer lugar en el que preguntamos sobre la posibilidad de hacer el curso de buceo, una de las empresas más famosas de este campo, al contarles sobre las condiciones de María la propuesta que nos hicieron fue que compráramos su DVD informativo y viéramos si considerábamos posible o no que ella buceara. Vamos, que soltáramos la pasta primero y que luego les dijéramos. Pero que nos dejaban solas frente a la cuestión. Mal comienzo...

Sin embargo, al segundo intento la cosa fue muy distinta. De hecho allí encontramos a quién más ha marcado nuestra experiencia de buceo, por quién nos hemos sentido más acompañados, maestro de maestros (al menos para nosotros, je, je), el gran Jordi, del Centro de Buceo del Sureste. Su respuesta fue clara: "Venid y buscamos la manera". Sin más.

Y así fue, y así ha sido desde entonces, hace unos años ya. Con él y con otros hemos podido seguir buscando maneras de movernos bajo el agua, aprendiendo pequeños trucos que nos permitieran adaptarnos mejor al medio marino. Tenemos la suerte de poder recordar ahora mismo cómo en cada lugar en el que hemos estado buceando hemos encontrado a alguien que nos ha acompañado de manera fácil, sencilla, sin grandes artificios, compartiendo sin más lo que sabe y poniéndolo a nuestra disposición.

Este verano, cuando volvimos a ponernos, tras un par de años de ausencia, trajes, máscaras y demás equipación, de manera casi automática María y yo nos reencontramos con nuestra historia de buceo juntos, una actividad que nos une de manera especial, de la que hemos aprendido a disfrutar combinando el silencio y la alegría, así como a tomar conciencia de nuestras capacidades y limitaciones. Porque antes he comentado una limitación concreta de María, pero no las mías, como por ejemplo cuando mis nervios iniciales me llevan siempre a consumir el doble de oxígeno que ella, lo que hace que siempre la duración de la inmersión lo ponga yo, que soy el que se queda sin aire antes.

Así somos, así nos encontramos, bajo el agua, enfrentados de manera muy concreta a la necesidad de explorar juntos, apoyándonos en las capacidades de cada uno y acompañando también nuestras limitaciones propias.

Así nos movemos, como peces en el agua. En buena compañía, eso sí.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Sabado 20 de Septiembre: Marcha en Bici

Para allá que me ire con las dos peques, uno de las convocatorias anuales más sencillas y majas que hay...

SAM_1978
 
El sábado 20 de Septiembre venid a participar en la marcha ciclista que discurrirá por la zona norte de Madrid (Tetuán,  Fuencarral, Barrio Pilar), apta para todas las edades:

OBJETIVO: reivindicar la utilización de la bicicleta como medio de transporte.
 
DATOS DE LA RUTA:
 
SALIDA: Dehesa de la Villa a las 12:00 h (Aprox C/ Francos Rodríguez, 81)
 
LLEGADA: Parque de la Vaguada: 13:30 h /14:00 h
 
DISTANCIA:  Aproximadamente 14 Km
 
INSCRIPCION: Gratuita, en el momento de la salida
 
RECORRIDO: Dehesa de la Villa, Francos Rodríguez, Pza Castilla, Avda Asturias, Ginzo de Limia, Puentecesures, Monforte de Lemos, Pedro Rico, La Paz, San Modesto, Avda Llano Castellano, Nuestra Señora de Valverde, Cardenal Herrera Oria, Fermín Caballero, Ginzo de Limia, Monforte de Lemos, Parque Vaguada.
 
A la llegada, habrá batucada, refrescos, sorteo de varios regalos (entre los cuales habrá dos bicis!!!), etc…
 
Traed comida para comer juntos en el parque!   
 
ORGANIZAN ASOCIACIONES VECINALES (LA FLOR, BEGOÑA, VENTILLA-ALMENARA), EL CIEA DEHESA DE LA VILLA, ASOCIACIÓN PEDALIBRE Y RADIO ALMENARA.
 
PARTICIPAN Y COLABORAN:
AMPAS, COLEGIOS, OTRAS ASOCIACIONES VECINALES Y DIVERSOS COLECTIVOS DE LA ZONA NORTE DE MADRID
 
 
 RESUMEN DEL COMUNICADO:
 
Desde hace ocho años, los vecinos y vecinas de los barrios del norte de Madrid venimos movilizándonos en el marco de la Semana Europea de Movilidad, reivindicando la bicicleta como medio de transporte.
 
El año pasado solicitábamos la elaboración y puesta en marcha de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que facilitara los trayectos a pie y en bicicleta y que exigiera la utilización de energías limpias para el transporte motorizado. Y dejábamos claro que ese Plan debía ser participado por la ciudadanía.
 
Hoy tenemos un PMUS,  dicen, pero contiene muchas carencias porque, una vez más, no nos han tenido en cuenta.  Entre estas carencias, y en lo que a movilidad ciclista se refiere señalamos el no contemplar la ampliación de horario para poder llevar la bici en el metro, pero también el hecho de implantar un sistema de bicicletas públicas de alquiler, que no atiende para nada  las demandas ciudadanas, con un precio elevado para las personas que quieran utilizarlo como medio de transporte y con un área de implantación muy pequeña que le resta utilidad como medio de transporte.
 
Estas carencias nos indican, claramente, que la apuesta por la bici por parte del Ayuntamiento, es una mera atracción turística-recreativa, tan lejos de las demandas ciudadanas  que podríamos afirmar que nuestras calles están en SUS manos!
 
 
                ¡ NUESTRAS CALLES EN NUESTRAS MANOS  !!!

sábado, 13 de septiembre de 2014

Enredando y enredando

Frente a las diferentes informaciones que, aprovechando el rechazo al edificio ocupado por el MSR, de extrema derecha, confunden y señalan La Enredadera como un foco de conflicto, nada mejor que leer el comunicado que desde esta última lanzan:

Comunicado de La Enredadera ante las últimas declaraciones en los medios de comunicación

La Enredadera es un proyecto que nace en los inicios de 2009 en Tetuán, uno de los distritos culturalmente más diversos de la ciudad de Madrid. Las personas que iniciamos aquella andadura provenimos del movimiento de okupación y de otras experiencias vecinales de base. En aquel día, como hoy, consideramos que tomar un espacio abandonado y llenarlo de vida con todo tipo de actividades es algo hermoso y esperanzador; una muestra de que el trabajo y la ilusión colectiva pueden reconstruir un edificio en ruinas para uso y disfrute de los vecinos y las vecinas.
Desde su inicio, La Enre está abierta para toda la vecindad, sea cual sea su origen. Somos conscientes de la riqueza cultural que existe en Tetuán, y también de cómo a menudo los prejuicios y el ritmo frenético de vida nos obligan a llevar rutinas prácticamente segregadas, como si en realidad no viviéramos tan cerca, como si en verdad no fuéramos tan vecinos. 
 
La Enredadera siempre ha puesto empeño en ser un Centro Social de encuentro para el barrio, porque apreciamos el valor que tiene el tejido comunitario, la cooperación entre vecinos y vecinas; como una red de personas que, al dejar de ser anónimas entre sí, se apoyan mutuamente y se hacen invencibles frente al aburrimiento, frente al pesimismo, frente a la crisis.

Con esta filosofía, en La Enredadera se han realizado, a lo largo de estos cinco años, infinidad de actividades, talleres, charlas y encuentros. A día de hoy, existen en La Enre una tetería, una biblioteca, talleres de kenpo, de yoga y de autorreparación de bicicletas; una escuela de fotografía, una fanzinoteca, un local de ensayo, una escuela de música, un grupo de conversación en inglés, un taller de construcción con palés, etc. 
 
También es el lugar donde se reúnen muchos colectivos del barrio, como el grupo stopdesahucios del 15M Tetuán, el Banco de Alimentos del 15M Tetuán, Invisibles de Tetuán, el Grupo de Reflexión, la Asamblea del 15M de Tetuán (en épocas de frío y lluvia) y un largo etcétera. En todas estas actividades, es continua la participación de personas de orígenes y culturas diversas; porque sería imposible plantearse un proyecto de barrio sin contar con la riqueza y la diversidad que el barrio trae consigo. 
 
En este contexto, después de cinco años de emocionante trabajo comunitario, con una relación impecable con nuestros vecinos y mucho apoyo de los mismos, conocimos hace semanas la noticia de que un grupo de extrema derecha, vinculado al Movimiento Social Republicano (MSR) se había instalado en la cercana calle de Juan de Olías, con la intención de crear un espacio “sólo para españoles”, bajo el nombre de Hogar Social Ramiro Ledesma. Para nosotros, que trabajamos a diario por un barrio mestizo y solidario, ésta se trata de una muy mala noticia, porque conocemos de buena tinta que, a pesar de su calculado discurso, este grupo lleva a cabo prácticas xenófobas y discriminatorias, además de actuar como atrayente para reconocidos neonazis, racistas y violentos, que se refugian en siglas y proyectos supuestamente sociales para camuflarse. El hecho de que hayan ocupado ilegalmente el edificio no nos parece lo relevante, sino su presencia en el barrio, que hace peligrar la seguridad de muchos vecinos y vecinas de otras nacionalidades. Esta preocupación sería la misma así se tratase de un local alquilado o en propiedad. 
 
Como nosotros, muchos colectivos, asociaciones e individualidades del barrio comparten la preocupación de tener tan cerca a una organización que promueve abiertamente el rechazo y el odio hacia los inmigrantes. Sin embargo, en las últimas semanas se ha presentado este asunto en los medios de comunicación como si se tratase de una batalla campal entre dos centros sociales de ideología opuesta, y queremos hacer hincapié en que esto es absolutamente falso. 
 
No se trata de un conflicto entre dos edificios, sino de un barrio que rechaza frontalmente la llegada de este Hogar Social, porque supone un retroceso en la construcción de una convivencia intercultural sana para Tetuán. Si bien La Enredadera rechaza la filosofía del Hogar Social Ramiro Ledesma, plantear la cuestión como una guerra entre dos centros sociales – en la que el vecindario quedaría en medio de la disputa – es totalmente erróneo. Cualquier persona que viva en Tetuán conoce que los vecinos y las vecinas no aprueban la discriminación por origen, sólo para españoles, como una práctica positiva para un barrio diverso, en pleno siglo XXI. 
 
La equiparación entre La Enredadera y el llamado Hogar Social ha conducido a muchos medios de comunicación a presentar de la noche a la mañana a un centro que lleva más de cinco años trabajando con el barrio desde la base – sin recibir ninguna queja del vecindario – como la otra cara de la violencia ultra. Los mismos programas de televisión que hace pocos meses elogiaban iniciativas originales y transformadoras organizadas desde La Enre, como Invisibles de Tetuán, el Banco de Alimentos 15M Tetuán o la lucha de Ofelia Nieto 29, ahora nos tachan de fanáticos y violentos y piden nuestro desalojo inmediato en horario de máxima audiencia. 
 
Por todo esto, denunciamos la campaña de difamaciones que existe hacia La Enredadera, basada en una polarización irreal de los hechos y que obvia el rechazo generalizado del barrio hacia el llamado Hogar Social. La Enredadera no es ningún polvorín, y no aceptamos que nos equiparen con este movimiento oportunista, xenófobo y en absoluto transformador. 
 
Por último, transmitimos nuestra sospecha de que esta campaña no sea casual, y que, equiparando a las dos iniciativas, el gobierno podría estar tratando de matar dos pájaros de un tiro y librarse de un potente proyecto de más de cinco años, enraizado y muy bien valorado por la comunidad.
Estamos convencidos de que La Enredadera es buena para el barrio, porque es parte del barrio. Es un espacio de encuentro entre vecinos que se organizan desde la base, practicando la solidaridad y el apoyo mutuo. Autogestionando nuestro ocio, parando desahucios juntas, apoyándonos entre familias, despertamos la verdadera solidaridad, que es la que no le pide papeles a nadie. 
 
La Enredadera es del barrio y se queda en Tetuán
No son dos centros sociales enfrentados: es un barrio contra el racismo