sábado, 19 de diciembre de 2015

#20DudandoVoy

Jodida la cosa de saber que votar este domingo...Nunca había estado tan liado antes de unas elecciones, con esta mezcla de confusión, desencanto y al mismo tiempo ilusión e impaciencia ante la posibilidad de que algo cambie, aunque sea de manera parcial, frente al inmovilismo (o bueno, mejor dicho, frente al movimientismo neoliberal) de las últimas décadas.

La verdad, no sé por qué me como tanto la cabeza. Total, mi voto vale como el de los demás, no tiene valor quíntuple ni nada de eso, así que no creo que incline ninguna balanza electoral. Pero bueno, obsesivo e interesado que está uno con estos temas, que le vamos a hacer.

En elecciones anteriores la verdad es que no ha sido difícil. Las opciones mayoritarias nunca me han convencido, y siempre he logrado encontrar cierta afinidad por diferentes partidos verdes o de izquierdas, algunas veces logrando representación y otras no. En realidad ese era mi sino, habitar los márgenes, como bien señalaron las gentes de Podemos desde el comienzo de su andadura.

Y precisamente el vuelco que han conseguido dar a esa realidad, situándose como opción con capacidad de tener incidencia clave en el panorama político actual, es lo que me hace plantearme la posibilidad de votar a Podemos. Aunque al mismo tiempo tengo claro que nos han decepcionado a muchxs por su verticalidad y prepotencia casi desde el comienzo. Varias veces he escrito por aqui y en otros lados que no contaran con mi voto, y cada vez me han dado más razones para ello boicoteando las búsquedas de confluancia que otros colectivos y ciudadanxs han propiciado. Sin embargo, me cuesta descartar esta opción. ¿No es buen momento para apostar por quienes tienen más posiblidades para situar la defensa de los derechos sociales como prioridad política? Al mismo tiempo, su corta trayectoria me genera mucha desconfianza... No hay como escuchar la entrevista que le hacían a Carolina Bescansa en Carne Cruda para repasar tanto su intransigencia como el tino de algunas de sus propuestas. La empiezo a escuchar y me digo "No, no hay que votarles"; sigo, y conectando con la buena e ilusionante campaña que han hecho, me dan ganas de engancharme al minuto de oro de Mr. Iglesias y dejarme llevar por él...




¿No será mejor apostar por Alberto Garzón, que hasta ahora me ha parecido un tipo honesto coherente y capaz? Al mismo tiempo, cuando se habla de voto útil, quizás este lo sea más de cara a que su presencia pueda forzar a que Podemos no se modere demasiado en su eterna búsqueda de esa centralidad del tablero tan eterea. Pero al mismo tiempo, pese a la nueva cobertura que le han dado al producto "Unidad Popular", no han conseguido construir un espacio de verdadero encuentro con otras propuestas, pues varios de los participantes en el proyecto más ilusionante de los últimos meses, "Ahora en Común", terminaron abandonando el barco... ¿Qué queda de esa apuesta por construir con otrxs y qué del inmovilismo de IU en esa apuesta en la que solo se visibiliza a Garzón y una genial campaña de comunicación por redes sociales? Difícil saberlo, la verdad... Pero por si acaso está bien revisarse el "Manual de Superviviencia" para cenas navideñas en las que poder defender este voto.



Hay una opción que sí me convence, la verdad: Por un Mundo Más Justo. Lo que pasa es que es tan complicado que puedan sacar los votos necesarios para estar en el parlamento que, en un momento como este, entran las dudas. Durante los últimos años he tenido oportunidad de ir coincidiendo con diferentes miembros del partido, entre ellos su candidato, Miguel Ángel Vázquez, ya que compartimos la misma lucha: la de conseguir que la pobreza y la promoción de los derechos de todos y todas sin excepción sea reconocida como prioridad política. Algo que de primeras puede parecer obvio, pero de lo que en realidad apenas hablan otros partidos y candidatos. No hay mejor resumen de su propuesta y de las dificultades que encontramos para avanzar en este camino que el poema que el propio Miguel Ángel leyó el otro día en un mitin poético. Sencillamente genial:

POEMA ELECTORAL

Cómo voy a ganar
si lucho por el inmigrante,
por las víctimas de las fronteras,
por los que no pueden votar.

Cómo voy a ganar
si reivindico a los olvidados,
al "lumpen", a los miserables,
a los que ya no quieren votar.


Cómo voy a ganar
si no busco el centro del tablero,
si escucho las voces de los extremos,
los marginados de la centralidad.


Cómo voy a ganar,
en fin,
si me empeño en asaltar los cielos
con los pies manchados del barro
del extrarradio de la ciudad.


Sin embargo,
si en vez de ganar lo sensato,
la sonrisa, el voto en serio,
el cambio del recambio
y gana la solidaridad

(y gana la Fraternidad)
entonces, y sólo entonces,
yo seguiré sin ganar nada
pero ellos,
los que nunca nadie nada,
igual comienzan a triunfar.





¿Y ahora qué hago yo mañana?

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