lunes, 21 de junio de 2010

Violencia y Exclusión (V): La violencia asistencial

Con la mejor intención del mundo me acerco a tu realidad y, escandalizado por tu pobreza, por tu sufrimiento, por tu desolación, decido que tengo que hacer algo, que esto no puede seguir así.

Con la mejor intención del mundo recojo lo que más me ha golpeado y herido de tu situación y me propongo poner remedio, acabar con esto que tanto me molesta descubrir como algo real y tangible en la vida de otro ser humano.

Con la mejor intención del mundo difundo el mensaje que martillea mi conciencia para conseguir que otr@s se unan a mí para conseguir luchar contra esta injusticia que no soporto ver frente a mí.

Con la mejor intención del mundo pongo manos (o dineros) a la obra y ofrezco una solución.

Una solución que hace evidente mi buena intención.

Una solución que tú, después, no sabes aceptar ni utilizar "como debe ser".

Una solución que parece que no es suficiente.

Una solución que no frena tu demanda, que no tapa tu mirada, aunque pueda llegar a cerrar tu boca.

Una solución "para ", a tu medida, en la que te empeñas en no entrar.

¿Qué es lo que falla? ¿Porqué te rebelas en silencio? ¿Qué es lo que quieres?

2 comentarios:

Marta dijo...

Muy bonita tu parte del diálogo, te intento contestar.

"Vivir, respirar... o sobrevivir debería decir...
No sé.
No sé ni lo que soy, ni lo que quiero, ni sé cómo estoy ni cómo puedo estar.
No me puedo imaginar nada distinto de mi realidad.
No puedo explicarte más; pues yo creo que ni yo soy capaz de explicarme nada más.
No sé cómo "integrarme" en aquello que haceis. No entiendo vuestra forma de ejercer, de ayudarme,... no entiendo.
Sólo tengo "un hoy", y no sé si tendré ese mañana del que hablais.
Una forma quizás de acercarnos sería sólo hablar del AHORA (mismo) y tratar de no pensar en el futuro. "

Puede que estas sean algunas de las reflexiones de las personas que nos hacen sentir como dices, no sé. No van a colgar su comentario en un blog.

Siempre me queda la duda. Siempre intento preguntarles cómo podría ayudarles, pero... no suele haber respuesta. Hablamos "diferentes" idiomas, diferentes tiempos...

Me encanta la atención a aquellos que más lo necesitan, es lo que creo que más me motiva; pero... las dudas, dificultades y demás preguntas que suscita son inmensas.

A ver si entre todos a los que nos inquieta dicha situación logramos escuchar más sus necesidades, hacernos comprender e intentar la mejor relación posible.

¡Sigamos el camino... avancemos juntos!

dandindan dijo...

Como bien dices, diferentes idiomas, diferentes mundos en los que hay que esforzarse mucho por ir estableciendo puentes que permitan un reconocimiento y un diálogo.

Muchas gracias por tus ganas de seguir, Marta.

dandindan