martes, 1 de junio de 2010

La crisis, oportunidad para la desmilitarización


En estos tiempos críticos, todo se recorta menos el gasto militar, se pone en cuestión el gasto en educación y en salud, las pensiones, todo el sistema de protección, pero no las misiones que el ejército español desarrolla en otros países... Por eso no está de más volver a plantearse el tema de la Objeción Fiscal a los Gastos Militares. Copio aquí la presentación de este año de la campaña:



Sabido es que el concepto “crisis” incluye también el aspecto positivo de la oportunidad de rectificar conductas inapropiadas, esquemas caducos o inercias nocivas. Es claro que el momento que actualmente vivimos es una buena ocasión para cambiar no pocas cosas de la sociedad de la que formamos parte. Una de ellas podría ser la fuerte militarización que padecemos.

No hace falta recordar el papel que el militarismo bélico juega en el escenario político, social y económico actual a nivel mundial. El empeño de los estados occidentales de mantener a toda costa guerras de invasión como las de Iraq o Afganistán, u ocupaciones militares como Haití y Líbano, por citar tan solo un par de ejemplos, no puede entenderse si no se tiene en cuenta la decidida apuesta efectuada por la gran economía multinacional capitalista, radicada en nuestro primer mundo, de controlar materias primas, vías de comunicación, mercados, fuentes energéticas…

Las consecuencias están siendo tan devastadoras para la población de esos países ocupados por nuestros ejércitos y para la propia sostenibilidad del planeta, que ya ni el telediario se molesta demasiado en camuflar dichos efectos. Mientras, la industria militar hace pingües negocios y no deja de crecer.

Por otra parte prospera también otro tipo de militarización social consistente en la demolición sistemática de los derechos civiles e incluso los humanos: leyes de extranjería, endurecimientos del código penal, construcción de nuevas cárceles, videovigilancia, nuevos sistemas tecnológicos de control social… Para el militarismo en cualquiera de sus formas no hay crisis. El difuso poder económico y estatal que nos rige ha apostado por fortalecer estas herramientas de dominación y expolio, al tiempo que desmantela el resto de prestaciones sociales.

Por ello es fundamental que en este momento no nos dejemos arrastrar por la inercia del conformismo y nos unamos a otras personas para tratar de construir la sociedad del mañana a la que aspiramos. Las posibilidades y propuestas existentes son muy variadas y cada cual debe encontrar las que le resulten más útiles y éticas. Desde este escrito recomendamos la Objeción Fiscal al Gasto Militar: una acción muy sencilla para empezar a deslegitimar el militarismo y el injusto sistema social y económico que sustenta.

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