jueves, 4 de agosto de 2011

¿Qué es la revolución?

Ya que es un término tan manido en estos tiempos que corren, no está de más asomarse a la visión de Guattari, reflejada en "Micropolítica. Cartografías del deseo", sobre lo que es la revolución, lo que curiosamente arroja más preguntas que respuestas alrededor de si lo generado a partir del 15-m se sitúa en esta línea o no:

¿Revolución?

Es preciso intentar pensar un poquito qué quiere decir revolución. Ese término está tan deteriorado, tan desgastado, se ha arrastrado ya por tantos lugares,que sería preciso volver a un mínimo de definición, aunque sea elemental. Una revolución es algo de la naturaleza de un proceso, de una transformación que hace que no exista retorno al mismo punto. Algo, que paradójicamente, contradice incluso el sentido del término «revolución» empleado para designar el movimiento de un astro alrededor de otro. La revolución es una repetición que cambia algo, una repetición que produce lo irreversible. Un proceso que produce historia, que acaba con la repetición de las mismas actitudes y de las mismas significaciones. Por lo tanto, y por definición, una revolución no puede ser programada, pues aquello que se programa es siempre el déjà-là. Las revoluciones, así como la historia, siempre traen sorpresas. Son, por naturaleza, siempre imprevisibles. Eso no impide que se trabaje por la revolución, cuando se entiende ese «trabajar por la revolución», como trabajar por lo imprevisible.


(...)


Pienso que la idea de revolución se identifica con la idea de proceso. Producir algo que no exista, producir una singularidad en la propia existencia de las cosas, de los pensamientos y de las sensibilidades. Es un proceso que acarrea mutaciones en el campo social inconsciente, más allá del discurso. 


(...)


Podríamos llamar revolucionario a un proceso que se lanza en una vía irreversible y que por eso, deberíamos agregar, escribe la historia de manera inédita.



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