A hostias

Hace unas semanas me comentaban unas amigas que habían participado en acciones contra los desahucios en las que intervinieron los antidisturbios las lindezas que habían tenido que escuchar de éstos, en plan "El día que os podamos dar, os vais a enterar". Parece que esos días, anunciados ya desde diferentes figuras gobernantes, han llegado, y ya se pueden repartir hostias a tutiplen, sin ni siquiera prestar demasiada atención a quién, total, se trata de desfogarse un poco, ¿no? Y de paso mostrar quien manda.

Para hacerse una idea, se pueden leer las dos noticias aparecidas en Público, una que resume los diferentes actos de violencia y otro centrándose más en las agresiones a periodistas. O leer el testimonio en primera persona de un fotoperiodista que recibió varios y fuertes porrazos.

¿Investigamos cómo se selecciona a determinado perfil de personas para ciertos puestos encargados de estas tareas "duras"? ¿Nos cuestionamos a qué conduce el legitimar el uso de la violencia y proveer de los medios para ello a determinados cuerpos de seguridad? ¿Qué nos dice eso del sistema que elige esta manera de defenderse?