lunes, 7 de enero de 2013

Caminar

No siempre se avanza.
No siempre es fácil,
ni la esperanza del horizonte 
acompaña siempre el paso.
No siempre es claro el camino,
borrado por arenas y ventiscas.

Pero siempre, 
siempre,
más cerca o más lejos,
se puede escuchar el sonido
de otros pasos cansados.

Así, cuando el horizonte se borra,
es mejor cerrar los ojos
y dejarse guiar hacia el ritmo
de esos otros pies hermanos.

Esa es la verdadera senda.

1 comentario:

Javier Baeza Atienza dijo...

Realmente acertado y estremecedor este poema.
Muchas gracias
Javi