domingo, 15 de abril de 2012

Por la revolución del común

En estos tiempos de idas y venidas entre la impotencia y el descubrimiento de lo que somos capaces de hacer en común cuando nos ponemos a explorar junt@s alternativas, merece la pena, aún pese al esfuerzo que supone meterse de lleno en una lectura tan densa, dejarse llevar a través del itinerario marcado por Antonio Negri y Michael Hardt en su libro Commonwealth. El proyecto de una revolución del común.

Aunque se podrían remarcar muchas de sus propuestas, me cuesta señalar algo y dejar otras cosas en segundo plano. Quizás lo más importante, desde mi punto de vista, sea cómo ayudan a reconocer la creación y el impacto económico y político del "común" que creamos entre tod@s a través de nuestras relaciones, afectos, cruce de conocimientos, etc., y la puesta en primer plano de la capacidad y la potencia existente en quienes habitualmente son vistos a partir de sus carencias y necesidades. Frente a la impotencia, reconocer de las mil posibilidades puestas en juego por quienes menos tienen. Frente a la sensación de ser/estar dominad@s, explorar las resistencias y líneas de fuga múltiples y concretas. Frente al enfrentamiento en simple oposición, seguir avanzando en diagonal, diciendo "no" al sometimiento al mismo tiempo que se ponen en marcha alternativas que crean nuevos escenarios y caminos que transitar fuera del campo de juego establecido.

Una propuesta interesante, que sería necesario anclar realmente en quienes ocupan los lugares más excluídos y periféricos de la sociedad para poder ir más lejos de lo enunciado. Porque el mapa que hacen de la pobreza y "los pobres", tan indiferenciado y general, confunde más que otra cosa, como si tod@s l@s "no ricos" (o el famoso 99% del que tanto se habla ahora) partiéramos de la misma posición. Desgraciadamente no es así, y si no lo reconocemos no podremos avanzar sin dejar fuera a l@s de siempre.

Para quién quiera saber un poco más pero sin meterse de lleno, acá hay un resumen interesante.

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