Frente a las diferentes informaciones que, aprovechando el rechazo al edificio ocupado por el MSR, de extrema derecha, confunden y señalan La Enredadera como un foco de conflicto, nada mejor que leer el comunicado que desde esta última lanzan:
La
Enredadera es un proyecto que nace en los inicios de 2009 en Tetuán,
uno de los distritos culturalmente más diversos de la ciudad de
Madrid. Las personas que iniciamos aquella andadura provenimos del
movimiento de okupación y de otras experiencias vecinales de base.
En aquel día, como hoy, consideramos que tomar un espacio abandonado
y llenarlo de vida con todo tipo de actividades es algo hermoso y
esperanzador; una muestra de que el trabajo y la ilusión colectiva
pueden reconstruir un edificio en ruinas para uso y disfrute de los
vecinos y las vecinas.
Desde
su inicio, La Enre
está abierta para toda la vecindad, sea cual sea su origen. Somos
conscientes de la riqueza cultural que existe en Tetuán, y también
de cómo a menudo los prejuicios y el ritmo frenético de vida nos
obligan a llevar rutinas prácticamente segregadas, como si en
realidad no viviéramos tan cerca, como si en verdad no fuéramos tan
vecinos.
La
Enredadera siempre ha puesto empeño en ser un Centro Social de
encuentro para el barrio, porque apreciamos el valor que tiene el
tejido comunitario, la cooperación entre vecinos y vecinas; como una
red de personas que, al dejar de ser anónimas entre sí, se apoyan
mutuamente y se hacen invencibles frente al aburrimiento, frente al
pesimismo, frente a la crisis.
Con
esta filosofía, en La Enredadera se han realizado, a lo largo de
estos cinco años, infinidad de actividades, talleres, charlas y
encuentros. A día de hoy, existen en La
Enre una tetería,
una biblioteca, talleres de kenpo, de yoga y de autorreparación de
bicicletas; una escuela de fotografía, una fanzinoteca, un local de
ensayo, una escuela de música, un grupo de conversación en inglés,
un taller de construcción con palés, etc.
También
es el lugar donde se reúnen muchos colectivos del barrio, como el
grupo stopdesahucios del 15M Tetuán, el Banco de Alimentos del 15M
Tetuán, Invisibles de Tetuán, el Grupo de Reflexión, la Asamblea
del 15M de Tetuán (en épocas de frío y lluvia) y un largo
etcétera. En todas estas actividades, es continua la participación
de personas de orígenes y culturas diversas; porque sería imposible
plantearse un proyecto de barrio sin contar con la riqueza y la
diversidad que el barrio trae consigo.
En
este contexto, después de cinco años de emocionante trabajo
comunitario, con una relación impecable con nuestros vecinos y mucho
apoyo de los mismos, conocimos hace semanas la noticia de que un
grupo de extrema derecha, vinculado al Movimiento Social Republicano
(MSR) se había instalado en la cercana calle de Juan de Olías, con
la intención de crear un
espacio “sólo para
españoles”, bajo el nombre de Hogar
Social Ramiro Ledesma.
Para nosotros, que trabajamos a diario por un barrio mestizo y
solidario, ésta se trata de una muy mala noticia, porque conocemos
de buena tinta que, a pesar de su calculado discurso, este grupo
lleva a cabo prácticas xenófobas y discriminatorias, además de
actuar como atrayente para reconocidos neonazis, racistas y
violentos, que se refugian en siglas y proyectos supuestamente
sociales para camuflarse. El hecho de que hayan ocupado ilegalmente
el edificio no nos parece lo relevante, sino su presencia en el
barrio, que hace peligrar la seguridad de muchos vecinos y vecinas de
otras nacionalidades. Esta preocupación sería la misma así se
tratase de un local alquilado o en propiedad.
Como
nosotros, muchos colectivos, asociaciones e individualidades del
barrio comparten la preocupación de tener tan cerca a una
organización que promueve abiertamente el rechazo y el odio hacia
los inmigrantes. Sin embargo, en las últimas semanas se ha
presentado este asunto en los medios de comunicación como si se
tratase de una batalla campal entre dos centros sociales de ideología
opuesta, y queremos hacer hincapié en que esto es absolutamente
falso.
No
se trata de un conflicto entre dos edificios, sino de un barrio que
rechaza frontalmente la llegada de este Hogar
Social, porque supone
un retroceso en la construcción de una convivencia intercultural
sana para Tetuán. Si bien La Enredadera rechaza la filosofía del
Hogar Social Ramiro
Ledesma, plantear la
cuestión como una guerra entre dos centros sociales – en la que el
vecindario quedaría en medio de la disputa – es totalmente
erróneo. Cualquier persona que viva en Tetuán conoce que los
vecinos y las vecinas no aprueban la discriminación por origen,
sólo para españoles,
como una práctica positiva para un barrio diverso, en pleno siglo
XXI.
La
equiparación entre La Enredadera y el llamado Hogar
Social ha conducido a
muchos medios de comunicación a presentar de la noche a la mañana a
un centro que lleva más de cinco años trabajando con el barrio
desde la base – sin recibir ninguna queja del vecindario – como
la otra cara de la
violencia ultra. Los
mismos programas de televisión que hace pocos meses elogiaban
iniciativas originales y transformadoras organizadas desde La
Enre, como Invisibles
de Tetuán, el Banco de Alimentos 15M Tetuán o la lucha de Ofelia
Nieto 29, ahora nos tachan de fanáticos y violentos y piden nuestro
desalojo inmediato en horario de máxima audiencia.
Por
todo esto, denunciamos la campaña de difamaciones que existe hacia
La Enredadera, basada en una polarización irreal de los hechos y que
obvia el rechazo generalizado del barrio hacia el llamado Hogar
Social. La Enredadera
no es ningún polvorín, y no aceptamos que nos equiparen con este
movimiento oportunista, xenófobo y en absoluto transformador.
Por
último, transmitimos nuestra sospecha de que esta campaña no sea
casual, y que, equiparando a las dos iniciativas, el gobierno podría
estar tratando de matar
dos pájaros de un tiro
y librarse de un potente proyecto de más de cinco años, enraizado y
muy bien valorado por la comunidad.
Estamos
convencidos de que La Enredadera es buena para el barrio, porque es
parte del barrio. Es un espacio de encuentro entre vecinos que se
organizan desde la base, practicando la solidaridad y el apoyo mutuo.
Autogestionando nuestro ocio, parando desahucios juntas, apoyándonos
entre familias, despertamos la verdadera solidaridad, que es la que
no le pide papeles a nadie.
La
Enredadera es del barrio y se queda en Tetuán
No
son dos centros sociales enfrentados: es un barrio contra el racismo