Me manda Fernando un enlace a un artículo que publican en webislam sobre la Teología Islámica de la Liberación, escrito por Abdenur Prado, y que aporta una visión interesante sobre la relación entre la rama más fundamentalista del islam con las fuerzas vivas del capitalismo global y la necesidad de construir puentes entre el mensaje del Corán y aquell@s que luchan por construir un mundo más justo y humano. Como dice el autor, el islam constituye hoy en día una de las pocas alternativas vivas a la globalización neoliberal. Pincha aquí para leer el texto completo.
"Entendemos por TIL un discurso y una práctica social que pone en primer plano el mandato coránico de construir una sociedad justa e igualitaria, en la cual la dimensión espiritual del ser humano sea tenida en cuenta, en oposición tanto a las concepciones reaccionarias del islam como al neoliberalismo. Frente a la deriva de los movimientos islamistas hacia posturas ultra-conservadoras en lo político y en lo moral, la TIL surge de la recuperación del mensaje revolucionario lanzado por el Profeta Muhammad hace catorce siglos, contra las oligarquías de su tiempo.
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La TIL propone una reforma radical de la sharia, que sirva a los desfavorecidos. Propone la reforma de los códigos de familia musulmana, de cara a lograr la plena igualdad de las mujeres y los hombres. Propone también incorporar la cuestión de la justicia económica en los discursos contemporáneos basados en la Sharia, y centrarse en sus aspectos horizontales, las mu’amalat o transacciones sociales, antes que en los aspectos de la ‘ibada o actos de adoración. Esta reforma se inspira en la noción de la Soberanía de Al-lâh, según la cual sólo Al-lâh es nuestro Señor, y por tanto nadie puede ser amo o señor de sus semejantes. Esta comprensión del islam conduce a cuestionar las comprensiones ritualistas y/o alienantes de la religión. Para la aplicación de estos principios, se hace necesaria la creación de sindicatos inspirados en la TIL, capaces de reivindicar los derechos de los trabajadores en contextos donde el islam es la religión de Estado, y donde todo gira en torno al islam.
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El único modo de salvar estas fracturas es pensar una ideología islámica de la liberación en convergencia con otros movimientos similares a lo largo del planeta. Los musulmanes no están solos en la lucha. No pueden seguir pensando su lucha de espaldas al resto del planeta, ni en términos de supremacismo islámico. Una ideología que divide el mundo entre el islam y occidente o entre creyentes y no-creyentes no tiene nada positivo que aportar. La situación contemporánea nos aboca al sincretismo y a la aceptación de valores universales. Cree que el islam tendrá que rearticularse en relación al capital globalizado. Como resultado del proceso de globalización, las masivas migraciones de trabajadores han desmantelado la dicotomía “centro-periferia” u “islam-occidente”, que pudieron tener su razón de ser durante la época colonial. Dabashi defiende el multiculturalismo y explora las similitudes y las diferencias respecto a la teología cristiana de la liberación, llamado a un entendimiento. Las potencialidades revolucionarias del islam deben ser puestas al servicio de la humanidad, y no al servicio de la causa del islam".
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