Hace tiempo vi por casualidad una exposición de libros de Zygmunt Bauman y me llamaron la atención algunos de sus títulos y la temática general que parecía abarcar: la modernidad "líquida" en la que vivimos, en la que todo fluye y cambia rápidamente y cada vez quedan menos elementos "sólidos" y permanentes a los que que poder agarrarnos, nuestra transformación en consumidores consumidos por el sistema, la expulsión a los márgenes no ya de l@s que no pueden producir, sino de aquell@s que no pueden consumir y se convierten así en excedentes humanos, la utilización del miedo para fomentar la individualización, el cómo todo esto invade nuestra manera de relacionarnos...
Pero cuando volví a encontrarlo el otro día en Traficantes de Sueños, esta vez con un título muy sugerente para mí como es el de Comunidad, en busca de seguridad en un mundo hostil, no pude resistir la tentación y lo pillé... En pocos días lo he devorado, y efectivamente se confirma que este sociólogo polaco ofrece una perspectiva muy interesante sobre nuestro funcionamiento como sociedad en esta etapa actual. Creo que pese a que refleja cierta desconfianza en la fuerza creadora y propositiva del ser humano, merece la pena asomarse a sus páginas y su descripción de la búsqueda universal de la lucha entra la búsqueda de la seguridad que otorga la comunidad y la libertad individual de cada un@, así como de las estrategias de desvinculación y atomización que se están dando hoy en día en nuestra sociedad.
Copio algunos de sus párrafos:
- "La comunidad realmente existente" será distinta a la de sus sueños, más bien su opuesto; intensificará sus temores e inseguridad en vez de anularlos o enterrarlos. Exigirá una vigilancia de 24 horas y afilar diariamente las espadas (...) Solo mediante toda esta belicosidad, vigilia y blandir de espadas se puede evitar que se desvanezca y proteger de la evaporación el sentimiento de estar en comunidad, de ser una comunidad. Día tras día hay que buscar en el frente la tranquilidad del hogar.
- Aunque muy adornada por la autonomía personal, aunque se lleve a cabo bajo el slogan de "necesito más espacio" la huida de la "confusión de la intimidad personal" se parece más a una estampida rebañega que a un viaje de autoexploración concebido y emprendido personalmente (...) El único atractiva del exilio autoelegido es la ausencia de compromisos, y en particular de compromisos a largo plazo del tipo que limita la libertad de movimientos en una comunidad con su "confusa intimidad".
- A todos se nos exige (...) buscar soluciones biográficas a contradicciones sistémicas, pero sólo una minoría de la nueva élite extraterritorial puede jactarse de haberlas encontrado o (...) de ser plenamente capaces de encontrarlas en el futuro más inmediato. Buscar con la práctica certeza de encontrar es un pasatiempo placentero (...). Buscar con la práctica certeza del fracaso es una experiencia angustiosa.
- Está el viejo y bien ensayado principio de divide et impera(...). Si uno pudiera evitar que las angustias e iras de los que sufren confluyan en un sólo cauce, si las múltiples y diferentes opresiones pudieran ser sufridas independientemente por cada categoría de oprimidos, los tributarios se dispersarían y la energía de la protesta se disiparía y pronto se consumiría en una plétora de enemistades intertribales e intercomunales, mientras los poderes superiores asumirían los papeles de jueces imparciales (...) y benevolentes protectores de todas y cada una de las partes de la guerra intestina.
- Se reconoce el derecho a ser diferente junto con el derecho a la indiferencia(...). Cuando la tolerancia mutua se combina con la indiferencia, las culturas comunales pueden vivir unas junto a otras, pero rara vez hablan entre sí (...), pueden coexistir, pero rara vez se benefician de una vida compartida.
1 comentario:
Muchas gracias, dani, a ver si lo leo. Te recomiendo otro libro de Zygmunt que igual ya has leido: "Vidas desperdiciadas: la modernidad y sus parias". Demoledor. Entre otras cosas dice que "los refugiados son residuos humanos". "Desde su actual ubicación, el vertedero, no hay vía de retorno ni camino hacia delante". "No queda más que los muros, el alambre de púas, las puertas vigiladas, los guardias armados" ¿No es eso lo que hemos visto en Ceuta? Que mantengamos la esperanza de que es posible otro mundo. Un abrazo de Ade.
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