sábado, 20 de noviembre de 2010

Sostener la impotencia...

Es difícil asomarse a la realidad de l@s que sufren y no buscar una solución...

Es difícil descubrir la injusticia cotidiana en la que viven y permanecer callado...

Y así, de manera casi inmediata, llenamos el abismo que ante nosotr@s abre el dolor del otro con acciones y palabras.

Tapamos ese vacío porque nos aterra enfrentarnos a la impotencia y al silencio que anuncia.

Nuestra propuestas pueden funcionar... o no. Nuestras palabras pueden transformar... o no.

¿Y qué pasa después?

Porque si la realidad sufriente a la que nos acercamos se mantiene en el tiempo, como suele ocurrir en tantos entornos de nuestro mundo...

¿Hasta cuando tendremos acciones y palabras con las que ahuyentar el vacío?

¿Qué pasara cuando se nos agoten?

Una opción: huir, escapar, olvidar...

La otra: enfrentar el silencio, sostener la impotencia, compartiéndola con aquell@s que no tienen posibilidad de fuga.

Ahí empieza el acompañamiento real.

Ahí comienza a construirse una relación realmente liberadora.

2 comentarios:

estibaliz dijo...

gracias dani por esta entrada, es maravillosa y me has ayudado mucho con ella.
estibaliz garrido

dandindan dijo...

gracias a ti, por el eco sencillo y sincero. Un beso,

dandindan