jueves, 28 de enero de 2010

De patologías...

Nos creeemos a veces que estamos descubriendo el mundo y luego, al revisar la historia, resulta que hubo otr@s que ya hace tiempo avanzaron por ese camino que a nosotr@s nos parece tan nuevo. Lo que pasa es que luego otr@s se ocuparon de tapar las huellas para que a nadie se le ocurriera intentar ir más lejos por ahí...

Eso es un poco lo que pasó con Virchow, que para los del ámbito sanitario sonará por haberse hecho famoso por su obra Patología Celular, pero que más allá de esto abordó la medicina como una tarea que obligaba a aprender a reconocer los determinantes sociales de la salud y abordarlos desde el activismo y el compromiso político. Vamos, igualito que nuestras asepsias médicas contemporáneas...

Por eso creo que merece la pena revisar el artículo Un siglo y medio de olvidos y redescubrimientos: las perdurables contribuciones de Virchow a la medicina social, de Howard Waitzkin. Una muestra:

La visión de Virchow sobre los orígenes sociales de la enfermedad apuntó al amplio espectro de la tarea médica. En tanto que la enfermedad deriva de las condiciones sociales el médico científico debe estudiar estas condiciones como parte de la investigación clínica y el trabajador de la salud debe comprometerse en la acción política. Este es el sentido de las conexiones que Virchow frecuentemente encontró entre la medicina, la ciencia social y la política: “La medicina es una ciencia social y la política no es más que medicina en una escala más amplia”.

En este sentido no es de extrañar que muchos de los que siguieron sus pasos se lanzaran al compromiso político en Latinoamérica sobre todo, como es el caso de Salvador Allende, médico también.

Ahora el problema es que cuesta mucho encajar todo esto con la perspectiva actual del cuidado individual de la salud ("No fumes", "No bebas", "No comas grasas") que tanto olvida la dimensión colectiva (nos esforzamos mucho en contar a la gente cómo su dieta influye en la diabetes, pero no les explicamos que su clase social también influye, y mucho, en el riesgo de padecerla y en la mortalidad a largo plazo). Al final el modelo epidemiológico presenta una red de factores que influyen en la aparición de las enfermedades, pero como si todos estuvieran al mismo nivel, sin jerarquizar. Como dice Krieger en  Epidemiology and the web of causation: has anyone seen the spider?, mostramos una red de causas, pero no nos preguntamos por la araña que teje la red y le da forma. ¿Porqué no ir más allá? ¿Porqué no trabajar de manera prioritaria sobre la estructura global?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo Dani, como siempre, enseñándonos... ¡qué bueno tenerte cerca! aunque sea por las geografías virtuales.
Beatriz Monje Barón

Jacalamar dijo...

Buenísimo, sí señor