viernes, 25 de marzo de 2011

No todos crecemos

Desde hace tiempo, frente al mensaje de "todos tenemos que ajustarnos el cinturón", surgen voces que reclaman un análisis serio de la situación y denuncian la desigualdad que se potencia en estas situaciones de crisis. Ahondando en este sentido, el siempre instructivo Vicenç Navarro publica un artículo en Público en el que, tomando como ejemplo el caso estadounidense, realiza una radiografía de cómo el desarrollo económico de estas últimas décadas ha aumentado tremendamente la productividad y los ingresos de los más ricos mientras que los salarios de los trabajadores no han sufrido más que un leve incremento.

¿Qué papel juega el aumento de las desigualdades en la crisis? Navarro aporta algo de luz en el asunto:

"Esta enorme concentración de las rentas ha contribuido enormemente a la crisis económica. Puesto que los ricos ahorran más que consumen (tienen tanto dinero que ya no necesitan más), ello quiere decir que el 20% de las rentas poseído por el 1% de la población se ha extraído del mundo del consumo. Y ello implica un enorme agujero, pues no hay suficiente demanda para estimular la economía. Por otra parte, el estancamiento salarial lleva a un enorme endeudamiento de la población, que, al colapsar el crédito (consecuencia de la actividad especulativa de los superricos), ha creado la enorme crisis que estamos viviendo."

Esto no es algo que pase sólo en los EEUU, sino que en España la historia es similar:

"En España existe una situación semejante. El salario medio (medido en euros constantes) era prácticamente el mismo en 2008 que en 1995. El aumento de la riqueza, resultado del crecimiento de la productividad, se ha ido concentrando en los superricos y ricos de manera que España es, según el Luxembourg Income Study (el centro de datos sobre distribución de renta más creíble), uno de los países desarrollados con mayores desigualdades de renta. El coeficiente Gini (que es el indicador de desigualdad) de España es 0,315, una cifra sólo ligeramente inferior al de EEUU (0,372). Y una de las causas han sido las políticas fiscales regresivas de los sucesivos gobiernos españoles desde 1995. (El tipo máximo impositivo ha bajado 13 puntos durante el período 1995-2010, el bajón mayor en la UE-15)."


Por eso, la pregunta de Joan Ridao a Zapatero, o a cualquier otro con responsabilidades gubernamentales, resulta clave: ¿a quién se está apoyando realmente, a las grandes riquezas o a las personas de a pie? La respuesta no tiene mucha vuelta de hoja, vistos los préstamos que se han hecho a los bancos y la dificultad que se tiene para acoger una propuesta como la de la dación en pago, que responde a una injusticia flagrante que sufren tantos y tantas. 


Pero el mismo Zapatero aventuró una respuesta que, desgraciadamente, está muy atinada: "el problema es que toda la buena gente tiene su dinero en los bancos". No sé si toda, pero si que es verdad que la inmensa mayoría seguimos financiando a la banca confiándoles nuestro dinero con la única condición de que nos generen el máximo rendimiento e interés, o a cambio de variados regalos o comodidades. 


Mientras sigamos subvencionando nosotr@s también a la banca de manera tan poco crítica, de poco sirve quejarse de lo que hagan otros. Al final todos coincidimos en lo mismo: la búsqueda de rentabilidad y de seguir subiendo y subiendo, sin saber muy bien hacia donde, sin revisar de manera crítica si existen otros valores más importantes.


Si alguien quiere mirarse este tema, no será por falta de alternativas: Fiare, Triodos...



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