Una vez más, de la manera más inesperada aparece un disco entre mis manos de alguien de la que ya había oído hablar muy bien, e incluso de quién había escuchado algo sin que me llamara demasiado la atención... Y sin embargo, esta vez, la cosa cambia. De repente su potente voz me noquea, y sus canciones, una a una, se van deshaciendo para ser saboreadas, incrustándose poco a poco en la memoria...
Ella se llama Lila Downs. Su música y sus letras mezclan sus raices mexicanas con su experiencia de haber vivido varios años en los Estados Unidos. Retoma clásicos para actualizarlos de manera maravillosa, crea nuevas canciones con vocación de permanecer... Una nueva muestra del poder creativo que surge del mestizaje.
Ya dijo Chavela Vargas que a ella le tocaba marcharse, pero que la Downs venía para quedarse en su lugar...
Habrá que seguir buceando en este mar Lila...
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